La tarde del 2 de junio, un operativo realizado por el equipo técnico de la Agencia de Control y Calidad en Salud (ACESS) en Chimborazo, puso al descubierto un centro de rehabilitación que funcionaba de manera clandestina, tras recibir denuncias ciudadanas que alertaban sobre presunto maltrato físico y condiciones deplorables para las personas en tratamiento.
La intervención evidenció una realidad preocupante que pone en riesgo la integridad y la salud de quienes buscan ayuda para superar adicciones o problemas de salud mental. Al ingresar al establecimiento, los técnicos se encontraron con 33 pacientes: 29 hombres y 4 mujeres, distribuidos en espacios reducidos y en condiciones de evidente hacinamiento.
La infraestructura carecía de la división adecuada para separar a los pacientes por grupos etarios y necesidades específicas, una falta grave que contradice los protocolos básicos de atención en centros de rehabilitación.
Además, el equipo constató deficiencias higiénico-sanitarias, como la ausencia de ventilación adecuada, suciedad acumulada y un manejo inapropiado de los medicamentos y alimentos, almacenados en condiciones que podían afectar la salud de los internos.
El centro operaba sin contar con permiso de funcionamiento, lo que significa que evadía los controles y supervisiones establecidos por la ley para garantizar un servicio seguro y responsable. Esta situación expone no solo a los pacientes, sino también a la comunidad en general, debido al potencial riesgo sanitario y social que implica la operación clandestina de establecimientos dedicados a la salud.
Ante esta irregularidad, las autoridades procedieron a la clausura inmediata del centro para proteger a los pacientes y asegurar el cumplimiento de la normativa sanitaria vigente.
La problemática que evidencia este caso va más allá de una sola institución. Refleja una tendencia preocupante en varias regiones del país, donde centros sin autorización ni supervisión ofrecen servicios de salud sin respetar las condiciones mínimas de calidad y seguridad.
Las autoridades de Chimborazo han anunciado que intensificarán las inspecciones y fortalecerán las campañas de sensibilización para prevenir que estos hechos se repitan, además de fomentar la denuncia ciudadana como herramienta clave para identificar y erradicar estos espacios irregulares.
