POLÍTICA
A poco más de un mes para la posesión de la nueva Asamblea Nacional, las expectativas sobre la consolidación de las alianzas políticas se mantienen a flor de piel. El pacto firmado entre Pachakutik y la Revolución Ciudadana (RC), que ha generado tantas expectativas en la arena política, no está tan claro como se esperaba.

Aunque se trató de un acuerdo que parecía asegurar los votos clave para alcanzar una mayoría en el legislativo, las dudas crecen sobre si este apoyo se traducirá en una alianza sólida dentro de la Asamblea.
El 30 de marzo, en el cantón Tixán, Chimborazo, se firmó el acuerdo que parecía sellar una alianza entre Pachakutik y RC para apoyar a Luisa González en la segunda vuelta presidencial del 13 de abril. Sin embargo, dentro de las filas del movimiento indígena Pachakutik, no todos parecen estar convencidos de que este acuerdo vaya a consolidarse en el ámbito legislativo.
Pachakutik, con sus 9 asambleístas electos, se ha convertido en un actor crucial para definir la composición de la nueva Asamblea. Sin embargo, según la legisladora reelecta Mariana Yumbay, el pacto no ha contemplado una alianza legislativa formal con la Revolución Ciudadana.
Yumbay fue clara al señalar que el acuerdo programático entre las dos fuerzas políticas trata temas nacionales, pero no menciona ninguna intención de crear un bloque común en la Asamblea. “Lo que sí se plantea es trabajar en una agenda legislativa que se construya con todas las bancadas.
No solo con RC o solo con ADN”, expresó Yumbay, reflejando la postura de muchos de sus compañeros de bancada. Esta declaración deja en el aire la incertidumbre sobre si Pachakutik se unirá finalmente al bloque del correísmo o si tomará un camino más independiente.
Sin embargo, no todos dentro de Pachakutik tienen claro cuál debería ser la posición ideológica y política del movimiento en este nuevo contexto. El dirigente Apawki Castro, de Cotopaxi, reveló que el bloque de Pachakutik aún no está completamente consolidado.
De hecho, en su opinión, algunos asambleístas electos han mantenido conversaciones, tanto abiertas como discretas, con representantes de Acción Democrática Nacional (ADN), lo que refleja la incertidumbre dentro del grupo.
Lo que parecía una alianza sólida con la Revolución Ciudadana, ahora parece ser una relación llena de fisuras. Con solo unos días para las elecciones, y un mes hasta la toma de posesión de la nueva Asamblea, las tensiones dentro de Pachakutik podrían transformar lo que es actualmente un pacto presidencial en una política de alianzas más fluida y flexible.
Si Pachakutik no logra consolidar su bloque dentro del legislativo, el futuro político del país podría depender en gran medida de acuerdos a última hora.
Con la situación aún en el aire, tanto Pachakutik como RC deberán tomar decisiones clave que marcarán no solo el futuro de sus propios movimientos, sino también el rumbo que tomará la Asamblea Nacional en los próximos años.