PENIPE
En una ceremonia en la sede de la Cancillería del Ecuador, de este 30 de abril, los volcanes ecuatorianos Tungurahua y Napo Sumaco fueron designados oficialmente como Geoparques Mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La Unesco oficializó la designación de dos nuevos Geoparques Mundiales, integrando a territorios de las provincias de Napo, Chimborazo y Tungurahua, entre ellos el cantón Penipe, que ahora forma parte de una red global que impulsa el desarrollo sostenible a través del geoturismo y la protección de sus riquezas geológicas.
En este evento participó el alcalde de Penipe, Fabián Aldaz, así como las autoridades de Guano, Pelileo, Patate y Baños de Agua Santa, Napo recibieron la acreditación por parte de representantes de la Unesco y autoridades nacionales.
Este reconocimiento es el resultado de un proceso técnico riguroso, articulado entre los equipos de las distintas instituciones locales y provinciales, que trabajaron durante años para lograr esta meta.
La inclusión de Penipe dentro del nuevo Geoparque responde a su extraordinaria riqueza geológica, donde destaca la presencia del volcán Tungurahua, así como formaciones naturales, fuentes termales y zonas de alta biodiversidad.
A esto se suma un patrimonio cultural vivo, con comunidades que han sabido mantener su identidad, tradiciones ancestrales y una estrecha relación con el territorio.
La geografía de Penipe es testimonio de millones de años de historia natural y de la resistencia y sabiduría de sus habitantes. Con esta designación, Ecuador se consolida como el segundo país con más geoparques en Sudamérica, fortaleciendo su posicionamiento en el mapa mundial de la geoconservación.
Mientras tanto, el volcán Napo Sumaco, de 3.990 metros sobre el nivel del mar, está localizado en la provincia oriental de Napo, en la región amazónica, donde hay miles de especies de plantas y animales endémicos.
Este título implica responsabilidades para los gobiernos locales, que deben implementar políticas públicas enfocadas en la conservación del patrimonio geológico, la educación ambiental y la promoción de un turismo sostenible, inclusivo y respetuoso con el entorno.