Persecución política

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Cuando en el escenario de la política nacional, las instancias del poder público denuncia hechos de corrupción por parte de altos funcionarios, generalmente la inmediata respuesta es que son víctimas de la persecución política. Si  los medios de comunicación, luego de una investigación seria, profesiónal, dan a conocer evidencias de actos reñidos con la moral pública por parte de esos mismos funcionarios, la respuesta también va por la línea de persecución  mediática de la prensa corrupta

¿Se puede hablar de persecución política o mediática en los innumerables casos que van apareciendo luego de los diez años del correato? ¿Cuál es la percepción ciudadana respecto de los  pativideos, las ambulancias, el comecheques, los chalecos, el caso  del primo Delgado, la narcovalija, el préstamo al argentino Dussac, los Panamás papers, los radares chinos, las  coimas y sobornos en Caminosca, Odebrecth, Refinería del Pacífico, la Universidad Yachay y hasta el pintoresco caso de nuestro ingreso al club exclusivo de la tecnología espacial con el famoso juguete Pegaso? ¿Son víctimas de persecución política el excontralor, el exfiscal, los exministros de hidrocarburos y de electricidad, el exvicepresidente de la República  y su tío, recluidos en la cárcel? ¿Hay un transfondo de acecho político en la información de  los 2.500 millones de dólares tomados del IESS, en la preventa del petróleo hasta el 2014, en el caso de GamaTv, en el monto de la deuda externa, en el caso del 30S?

O  talvez los casos del exasambleísta Cléver Jiménez y al activista Fernando Villavicencio, quienes fueron procesados por el delito de divulgación reservada no es una evidente muestra de persecución desde el poder, como lo fue el caso de Ángel Polibio Córdova, de la encuestadora Cedatos, acusado de presunto delito de falsificación y uso doloso de documentos, para favorecer a uno de los candidatos presidenciales.

En este contexto, los miembros del Consejo de Participación Ciudadana de transición,  encienden una luz de esperanza  para el pueblo ecuatoriano al final del túnel.

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