TRADICIÓN
En Santiago de Pillaro, Tungurahua, con máscaras aterradoras, bailes frenéticos y música tradicional, la Diablada de Píllaro toma las calles de este cantón desde el 1 hasta el 6 de enero. Esta colorida fiesta, que es Patrimonio Cultural Intangible del Ecuador desde 2008, reúne a personajes emblemáticos como los Diablos, Cabecillas, Guarichas y Capariches, quienes desfilan al son de santashpas, sajuanitos, capishcas y albazos.
La tradición, nacida en la época colonial como un acto de rebeldía indígena y mestiza contra el poder y la religión católica, simboliza la resistencia cultural. “La Diablada no se puede definir como un acontecimiento que pasó en una determinada fecha, la Diablada es un proceso”, explica Néstor Bonilla, concejal de Pillaro.
Las máscaras de los Diablos, distintivo de la celebración, son elaboradas artesanalmente y representan la libertad y la rebeldía de las comunidades frente al conservadurismo. Durante siglos, los artesanos prefirieron mantener el anonimato, pero desde la declaratoria como patrimonio cultural, sus creaciones han ganado reconocimiento.
Hoy en día, estas máscaras son una fuente de ingresos y un atractivo para visitantes de nacionales y extranjeros. Los precios varían entre USD 25 y USD 500, aunque un coleccionista extranjero llegó a pagar USD 1.000 por una pieza única.
La Diablada identifica principalmente a las comunidades de Marcos Espinel y Tunguipamba. Según la tradición, sólo sus habitantes podían participar en la festividad, pero con el tiempo, la celebración se ha abierto a personas de otras ciudades, quienes pueden integrarse como diablos o en otros personajes.
Con una población aproximada de 75.000 habitantes, Píllaro se convierte durante estos días en un escenario de cultura y tradición, atrayendo a miles de turistas que buscan vivir una de las fiestas populares más vistosas de Ecuador.
La Diablada no solo preserva la historia y las costumbres de la región, sino que también proyecta un mensaje de resistencia, comunidad y orgullo cultural que trasciende generaciones. Pie de foto: la celebración se ha abierto a personas de otras ciudades, quienes pueden integrarse como diablos o en otros personajes.