Bajo la consigna “Yo soy una mujer que salva vidas”, miles de heroínas en Ecuador comparten sus experiencias al atender emergencias, ofreciendo una nueva oportunidad de vida a quienes las necesitan. En vísperas del 8 de marzo, día internacional de la mujer, es esencial recordar estas historias que resaltan la valentía y dedicación de estas mujeres.
Jasmina Reyna, evaluadora de llamadas en el ECU 911 Quito, relata cómo brindó apoyo psicológico a una mujer en crisis, mientras Carla González, bombera en Durán, coordinaba el rescate de un niño que cayó a un pozo. Andrea Pañora, médica prehospitalaria en Cuenca, gestionó la atención de una mujer agredida físicamente, y la Cabo Segundo de Policía, Jessica Benavides, colaboró en un parto en Machala. A través de sus acciones, estas mujeres demuestran su compromiso con ayudar a quienes lo necesitan, sin importar las circunstancias.
El trabajo de estas heroínas va más allá de salvar vidas; es una labor que llena sus corazones y les proporciona una satisfacción única. En cada llamada, en cada emergencia atendida, queda evidenciada su pasión por servir a los demás y su firme vocación por hacer la diferencia en la sociedad. Los datos estadísticos revelan la magnitud de su labor: 626 mujeres trabajan en el ECU 911 a nivel nacional, coordinando la atención de miles de emergencias cada día. Del 1 al 7 de marzo de 2024, se coordinaron 48.286 emergencias en todo el país, con aproximadamente 250 mujeres laborando en las instalaciones del ECU 911 en la capital.
Este 8 de marzo, en medio de la conmemoración de la lucha por los derechos de la mujer, es importante reconocer el invaluable aporte de estas mujeres trabajadoras, valientes y dedicadas, quienes día a día contribuyen al bienestar y desarrollo de la sociedad ecuatoriana, salvando vidas y marcando una diferencia significativa en su comunidad.