OBRAS
La remodelación de la Plaza Roja de Puyo, contratada por el Municipio de Pastaza, ha desatado una ola de críticas por parte de sectores culturales y profesionales que consideran que la obra atenta contra la identidad y la tradición de este espacio emblemático de la ciudad.
El antropólogo Carlos Duche expresó que la intervención constituye una “ofensa a la cultura”, al recordar que este lugar ha sido históricamente escenario de encuentros sociales, políticos y culturales. “Ni siquiera se ha tomado en cuenta la historia de la fundación de Puyo”, enfatizó.
En la misma línea, el arquitecto Édinson Benítez cuestionó el diseño de la obra, asegurando que no guarda relación con los principios de arte y cultura, sino que responde a decisiones políticas del administrador de turno. “Las autoridades imponen sus criterios sin respetar los criterios técnicos”, subrayó.
Frente a estas críticas, la profesional contratista Katherine Reyes defendió el proyecto, asegurando que se ha cumplido con todas las especificaciones del contrato y los procedimientos establecidos en el Sistema Nacional de Contratación Pública (SERCOP). Además, descartó cualquier irregularidad en el proceso de adjudicación.
La obra, que tuvo un costo de 117.000 dólares, incluye la instalación de una tensomembrana y dos cubículos que serán destinados a heladerías, cafeterías o coctelerías. Según el alcalde Germán Flores Meza, la expectativa municipal es que los futuros arrendatarios contribuyan a mejorar la decoración y el mobiliario del espacio, para darle un nuevo impulso a la plaza.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece dividida entre quienes valoran la modernización de la infraestructura y quienes defienden el respeto a la memoria histórica y cultural de Puyo.
