CICLISMO
Richard Carapaz, volvió a dar una lección de entereza en la séptima etapa del Giro de Italia 2025. A pesar de las secuelas físicas que arrastra desde la caída masiva sufrida en la sexta jornada, la “Locomotora del Carchi” se mantuvo en competencia, metiéndose de lleno en la lucha por los primeros puestos de la clasificación general.

La jornada de este viernes, con un recorrido exigente de 168 kilómetros entre Castel di Sangro y Tagliacozzo, ponía a prueba las piernas y la resiliencia. Con cuatro subidas de alto nivel y un desnivel acumulado cercano a los 3400 metros, fue una etapa diseñada para depurar candidatos y castigar a los que aún no estaban listos.
Pero Carapaz resistió el embate de los favoritos, cruzando la meta en el octavo lugar, a cuatro segundos del vencedor del día, el español Juan Ayuso. En condiciones normales, un resultado así ya sería meritorio.
Pero con la sombra de una caída reciente, aún con molestias visibles, lo que consiguió el corredor tricolor roza lo admirable. El parte médico posterior a la etapa seis había indicado contusiones en la cadera y en uno de los hombros, además de erosiones en varias partes del cuerpo.
Sin embargo, ni la cinta adhesiva en el brazo ni las muecas de dolor durante los ascensos impidieron que Carapaz diera el paso adelante.