9.9 C
Riobamba, EC
jueves, julio 3, 2025

Richard Huera sufrió un accidente de tránsito en Tulcán

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

CICLISMO

Richard Huera, ciclista ecuatoriano, fue embestido por un vehículo mientras entrenaba en la vía. El accidente ocurrió en horas de la mañana del 30 de junio, durante su entrenamiento rutinario. Huera fue trasladado de inmediato a una casa de salud donde se descartaron fracturas y lesiones de gravedad.

Richard Huera, ciclista ecuatoriano sufrió un accidente.

Su equipo, informó que el atleta permanece bajo observación médica, fuera de peligro, pero aún sin recibir el alta. La noticia fue confirmada a través de un comunicado oficial, donde además se agradeció el respaldo de la comunidad ciclística y se destacó que el equipo permanece al tanto del estado de salud de su corredor.

Horas más tarde, el propio Huera se pronunció en sus redes sociales: “Un poco sacudido, pero nada grave. Gracias por preocuparse por mí, significa mucho”, escribió. Un mensaje sobrio, más enfocado en tranquilizar que en reclamar. La imagen de un ciclista tirado sobre el asfalto ya no causa sorpresa.

Es, tristemente, una postal que se repite en diferentes rincones del país. Esta vez se trata de un campeón nacional, de un referente que compite representando a toda una nación. Y ni siquiera su estatus lo ha protegido de la peligrosa realidad que viven decenas de ciclistas cada día. Las cifras de accidentes de tránsito en Ecuador son altas.

Muchos de esos casos quedan impunes. Y, aunque se anuncian planes de seguridad, campañas educativas o mejoras en infraestructura, lo cierto es que la vida del ciclista, sea profesional o amateur. Para un ciclista, las horas de entrenamiento en carretera no son opcionales.

Es ahí donde afina su resistencia, su técnica, su estrategia. Pero hacerlo en Ecuador es una lotería peligrosa. Los deportistas ruedan por rutas sin arcenes, sin señalización, expuestos a choferes impacientes, buses escolares que rebasan sin distancia y motocicletas que circulan como si las reglas fueran decorativas.

Hoy, Richard Huera puede contar su historia. Muchos otros no. Y eso debería ser suficiente para que las autoridades pasen del discurso a la acción.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email