INSEGURIDAD
Lo que hace unos años parecía impensable, hoy es una realidad que muchos riobambeños deben enfrentar a diario. Riobamba, conocida por su ambiente relajado y seguro, ha experimentado un considerable aumento de delitos que han alterado la vida cotidiana.

Robos a mano armada, amenazas y asaltos a plena luz del día, se han convertido en una constante preocupación para la ciudadanía.
El 5 de mayo, un robo a mano armada en un local comercial de la ciudadela La Georgina dejó en evidencia la creciente inseguridad. En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del establecimiento, dos hombres ingresaron rápidamente al local.
La propietaria, aterrada, les pidió en varias ocasiones que se marcharan, asegurando que no tenía dinero. Sin embargo, la respuesta de uno de los delincuentes fue escalofriante: “Si voy preso, regreso y te mato”.
Este hecho no es aislado. Según testimonios ciudadanos, los intentos de robo son frecuentes en Riobamba, especialmente durante las noches. Sectores como La Esperanza, la Plaza de las Hierbas y La Condamine se han convertido en puntos críticos, donde delincuentes aprovechan la oscuridad y el descuido para sustraer teléfonos celulares, carteras y pertenencias personales.
Los delitos en Riobamba han ido en aumento en los últimos meses. Si bien la ciudad no figura entre las más violentas del país, el tipo de delitos que se están reportando genera una creciente preocupación. Robos en negocios pequeños, asaltos a transeúntes y las amenazas directas a las víctimas son algunos de los patrones que se repiten con frecuencia.
La situación se agrava con el aumento de la percepción de impunidad. En muchos casos, los delincuentes son detenidos, pero liberados rápidamente por falta de pruebas o debido a la agilidad con la que los procedimientos judiciales se resuelven.
Esta constante sensación de que los criminales no enfrentan consecuencias ha hecho que el miedo y la desconfianza se instalen en la ciudadanía.
Desde la Policía Nacional se han intensificado los operativos en zonas comerciales y puntos estratégicos de Riobamba. Se reforzaron los controles en avenidas principales y espacios públicos con mayor flujo ciudadano.
También se realizan patrullajes motorizados en sectores conflictivos y operativos sorpresa en horarios nocturnos. Las unidades de inteligencia trabajan en la identificación de bandas delictivas. Además, se promueve la denuncia ciudadana para fortalecer las investigaciones.
El avance del crimen organizado y la débil presencia policial en zonas vulnerables han facilitado el ingreso de bandas delictivas al centro del país. Riobamba, antes considerada una ciudad tranquila, hoy enfrenta una creciente ola de inseguridad.
Pese a los operativos, el temor se ha instalado entre sus habitantes. Comerciantes y vecinos sienten que sus actividades están cada vez más expuestas a robos y amenazas. La violencia, antes esporádica, se ha vuelto parte del día a día.