GESTIÓN
Mientras las ciudades crecen y el cemento se impone, en Riobamba se ha dado un paso importante en sentido contrario, mirar hacia abajo antes de construir hacia arriba. En tres puntos estratégicos, se realizaron recientemente prospecciones arqueológicas con georradar, una herramienta que permite investigar el subsuelo sin necesidad de excavar.

La tecnología fue implementada mediante una alianza entre el Municipio de Riobamba y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), y marca un cambio de paradigma, por primera vez, se prioriza el análisis científico previo a la ejecución de obras civiles en sectores con potencial arqueológico.
“El radar de penetración terrestre nos permitió realizar prospecciones con la técnica no invasiva a través de ondas electromagnéticas de largo alcance. Esto abre la posibilidad de conocer lo que se encuentra bajo tierra sin afectar el entorno”, explican desde el INPC, la apuesta por el georradar deja entrever la necesidad de incorporar al patrimonio como actor central en la toma de decisiones urbanas.
Durante años, las obras públicas en Riobamba han sido cuestionadas por la ausencia de estudios previos y la improvisación en zonas sensibles, lo que ha derivado en afectaciones a bienes históricos o la pérdida de vestigios sin documentación alguna.