INSEGURIDAD
El robo de vehículos en Riobamba ya no es un hecho aislado. En el último mes, la Fiscalía ha receptado más de una docena de denuncias que tienen un patrón en común. Delincuentes organizados se llevan automotores, hurtan pertenencias personales y en algunos casos, operan bajo esquemas de extorsión para devolver los vehículos sustraídos.

Esta tendencia preocupa a los riobambeños, que sienten cada vez más vulnerada su seguridad, incluso en sectores antes considerados tranquilos.
Una de las víctimas, cuya identidad reservamos por motivos de seguridad, relató el modus operandi de estos antisociales. Dejó su vehículo estacionado frente al domicilio de un familiar en el barrio Bellavista. Al regresar, horas más tarde, el automóvil ya no estaba. La búsqueda inmediata por las calles cercanas fue infructuosa.
Solo con la ayuda de cámaras de seguridad privadas se pudo reconstruir parte del hecho, se observa a sujetos operando con total tranquilidad, forzando el vehículo y retirándose sin resistencia alguna.
Sin embargo, lo más perturbador ocurrió después. Los delincuentes, en posesión del vehículo, contactaron al propietario exigiendo dos mil dólares a cambio de su devolución. Le aseguraron que el auto se encontraba en Ambato, abriendo así otro flanco del caso, una presunta red que traslada los vehículos robados a otras ciudades, dificultando su rastreo e incentivando la extorsión como mecanismo de lucro.
Varios de los casos reportados en las últimas semanas siguen este patrón, robo sin violencia directa, rastreo mediante cámaras de seguridad, llamadas extorsivas y amenazas que se repiten.
La delincuencia ha mutado en su forma de operar y ha elevado el nivel de riesgo para los propietarios de vehículos en la ciudad.