DEPORTE
En medio de una aguda crisis institucional, el Centro Deportivo Olmedo volvió a decepcionar a su hinchada. El club riobambeño quedó eliminado en los 32vos de final de los Playoffs del Ascenso Nacional 2025 tras caer en el marcador global por 4-3 frente a Naranja Mekánica. La ligera ventaja conseguida en el partido de ida (3-1) no fue suficiente, y la derrota en el encuentro de vuelta terminó sellando una eliminación tempranera.
Este nuevo fracaso deportivo refleja el estado de descomposición dirigencial que atraviesa la institución. Los constantes cambios en la directiva, las improvisaciones en la toma de decisiones y la falta de un proyecto deportivo sólido se han traducido en resultados cada vez más pobres dentro del campo de juego. Pese a los refuerzos incorporados para esta fase del campeonato, el equipo nunca encontró regularidad y se despide sin cumplir el objetivo trazado.
El 2025 ya se registra como uno de los peores años en la historia reciente del “Ciclón de los Andes”. La eliminación se suma a una serie de hechos que han golpeado su imagen: el relevo en la presidencia de Flor a Tamayo, las deudas acumuladas, el comportamiento inapropiado de algunos jugadores y contratos con productoras de transmisión que nunca fueron aclarados, generando dudas sobre la transparencia institucional.
Los antecedentes recientes refuerzan la crisis deportiva. En 2023, Olmedo fue campeón provincial, pero quedó eliminado en 16vos de final. En 2024 repitió el título provincial, con la misma suerte en 16vos. Y en 2025, tras quedarse con el vicecampeonato provincial, sufrió un retroceso aún mayor al caer en 32vos de final. Tres temporadas consecutivas sin alcanzar el ascenso a la Serie B han evidenciado el estancamiento del club.
La falta de planificación deportiva ha dejado al cuadro riobambeño muy lejos de su historia y tradición. Mientras otros equipos provinciales avanzan con proyectos más organizados, Olmedo continúa en un espiral de inestabilidad que compromete su futuro inmediato.
La eliminación frente a Naranja Mekánica no solo significa un fracaso deportivo, sino la confirmación de que el club atraviesa una de las etapas más críticas de su historia. Urge una reestructuración institucional profunda que devuelva la credibilidad y la competitividad a un equipo que, por su historia, merece estar en los primeros planos del fútbol ecuatoriano.
