Por: Kleber Mantilla
Nadie duda de que el interés común de Ecuador y Estados Unidos sea la seguridad, la lucha contra las drogas y acabar con el crimen transnacional. Pero, el presidente, Daniel Noboa, y el secretario de Estado, Marco Rubio, tienen serias particularidades que los asemejan. Ambos nacieron en Miami, son bilingües, hispanos, y estudiaron en norteamérica para convertirse en políticos. Con altísimo poder de decisión en las naciones a las que hoy representan. Su mayor parangón actual, es el fenómeno Donald Trump y alinearse al aberrante intento militar por finalizar con la ‘narco-dictadura’ de Nicolás Maduro.
El punto de referencia de la visita a Carondelet, parte del Cartel de los Soles y el Tren de Aragua, venezolanos, sinónimo de ‘terroristas’. Con poderosas razones, Rubio llega a Quito e incluye a los Lobos y Choneros, quienes perderán bienes, propiedades y cuentas bancarias. Una estrategia regional y complementaria que protocoliza la ruta del dinero sucio. En proyección hipotética vendría la captura de los asesinos (Lobos y correístas) de Fernando Villavicencio; luego, resolver el crimen de Miguel Uribe Turbay. Pues, más sicarios entran a la red de información del FBI, (agencia de inteligencia) y se corta la arteria financiera a subversivos, sátrapas y grupos apéndices al narco-socialismo ‘revolucionario’, RC.
Es que el giro geopolítico comercial de Trump incluye cambios en Brasil (Lula da Silva) y Colombia (Gustavo Petro). Sobre todo, se trata de humedecer las cenizas del comunistoide fascista Maduro y sus amigos. Bajar esa marea roja de tendencia marxista. Por algo, Rubio viene de México: en lo superficial, con acuerdos en seguridad, migración y economía. En el fondo, ata cabos para desmantelar la gobernanza narco con la información de los capos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Las rutas que circulan desde Venezuela y abastecen al grupo político Morena, de Claudia Sheinbaum.
Rubio coincide con la militarización del mar Caribe y el bombardeo imperial desmentido a una lancha rápida. Acá, Noboa cambia la cúpula militar, tal vez, por pugnas internas. Las noticias hablan de infiltrados, conspiradores, clientelismo y doblar el precio de la recompensa por Maduro. Silentemente, hay alcaldes del correísmo que asisten a ser informados de lo decidido y callan la incriminación fiscal de Rafael Correa, autor del peor magnicidio local del siglo. Su brazo ejecutor, según titulares, sería José Serrano; y, al que llaman empresario, Xavier Jordán, acudirán a un consulado en Miami a ser procesados por asesinos. Allá en la misma ‘Miami Vice’, cuna de Noboa y Rubio. ¡De no creer!/ La Hora