El ruido presente en la vida cotidiana es un problema de salud pública con importantes repercusiones en la audición, y los estudios han demostrado que el ruido es un factor determinante para la audición.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que la exposición prolongada a altos niveles de ruido puede causar daños irreversibles en el oído, aumentando el riesgo de pérdida de audición. «Los niveles de ruido prolongados y excesivos pueden provocar una pérdida de audición progresiva o repentina.
Las infecciones y los problemas vasculares son también factores de riesgo que pueden provocar un deterioro de la audición. Si se experimenta un acúfeno prolongado o una pérdida de audición repentina, es crucial buscar atención médica lo antes posible, para reducir las posibilidades de cualquier daño relacionado con la audición», explica Ariana Araujo, audioprotesista de GAES.
En Ecuador, la contaminación acústica es un problema latente. Según estudios recientes y datos de GAES, en varias ciudades ecuatorianas se han registrado niveles de ruido que superan los 85 decibelios (dB), el umbral a partir del cual se considera perjudicial para la salud.
El desconocimiento de los efectos nocivos del ruido contribuye a que este problema no sea tratado con la urgencia que merece. Aunque existen normativas, su cumplimiento es deficiente y la falta de concienciación de la población agrava la situación.
Consecuencias de la contaminación acústica: Los estudios demuestran que la exposición prolongada a altos niveles de ruido puede causar daños auditivos, aumentar los niveles de estrés, alterar los patrones de sueño y afectar a la salud cardiovascular, lo que conlleva un mayor riesgo de hipertensión y ansiedad.
La exposición prolongada a altos niveles de ruido puede provocar una pérdida irreversible de audición, lo que disminuye la percepción del sonido.
Consejos para mitigar el impacto de la contaminación acústica:
Utilizar protectores auditivos: Utilice protectores auditivos si está expuesto a ruidos fuertes durante mucho tiempo. Las personas que trabajan en establecimientos comerciales, por ejemplo, situados en zonas muy ruidosas, deben llevar protectores.
Limite el tiempo de exposición: En discotecas, restaurantes y bares, que suelen estar abarrotados de gente y ser ruidosos, sea consciente de su capacidad auditiva.
Siempre que sea posible, salga o aléjese de la fuente de ruido para que sus oídos descansen. Tampoco abuse de los auriculares y dispositivos de audio personales: haga una pausa cada 60 minutos y mantenga el volumen al 60%.
Revisiones auditivas periódicas: Acude a revisiones auditivas periódicas, sobre todo si estás expuesto a contaminación acústica permanente. Esto es fundamental para prevenir lesiones auditivas.
Alternativas tecnológicas: Recuperar completamente la audición no es posible en la mayoría de los casos, en ese sentido, existen soluciones tecnológicas que mejoran la percepción del sonido.
Una de ellas es el sistema CROS, diseñado para personas que han perdido la audición en un oído y necesitan redirigir el sonido hacia el lado sano. Esta tecnología facilita la comunicación y la orientación en espacios ruidosos, reduciendo el impacto de la pérdida de audición en la vida cotidiana.