Desde noviembre hasta finales de enero del 2019, los pueblos, parroquias aledañas, barrios, instituciones educativas y grupos de familias a diario muestran a través de rituales folclóricos y coloridos personajes, la fe expresada en una festividad que cautiva cada año a miles de personas del país y el mundo.
Una fiesta de fraternidad se celebra con tradiciones católicas y andinas. Viaja a Riobamba y disfruta de los más de 1.000 “Pases del Niño” que recorren por las calles de esta ciudad. Cientos de personas, comparsas, danzantes y bandas de pueblo rinden tributo al Niño Jesús en una de las importantes manifestaciones culturales del país.
La fiesta venera al Niño Jesús con ceremonias en su honor y tradicionales pesebres que se convierten en cuadros vivos donde los pobladores reviven con atuendos de la época a la sagrada familia. Las novenas permiten recrear y conmemorar el nacimiento del niño Jesús y a través de las eucaristías se muestra la fe de los riobambeños.
Los Pases del Niño fueron declarados Patrimonio Cultural Inmaterial local el 6 de enero de 2017, mediante Acuerdo de Declaratoria No. 2017-001-SEC y en el 2018 fue certificado como Patrimonio de los Ecuatorianos. Según archivos de la Dirección de Turismo del GAD de Riobamba, el culto al Niño Jesús data desde el siglo XVI, pero es a partir del siglo XIX que esta tradición crece y aumentan sus personajes y concurrencia. La fiesta se organiza con priostes y mantenedores.
Los personajes emblemáticos de los Pases del Niño son transcendentales, entre ellos constan:
Curiquingue: representa al ave andina que lleva el mismo nombre. El personaje realiza movimientos del Curiquingue para honrar al dios sol. Se viste de seda, con enormes alas de colores y una especie de bonete alto que termina en un pico pequeño.
Sacha Runa: Su nombre significa hombre de la selva. Es un ser salvaje que habitaba en el bosque y gritaba para ahuyentar a las personas, según las leyendas. Tiene ropa con aspecto viejo y bordada de musgo, una peluca grande tejida con cabuya, una máscara aterradora y un látigo. El musgo se lo ha reemplazado para cuidar los ecosistemas de páramo.
Danzantes de Yaruquíes y Punín: personaje masculino que rinde culto a los dioses sol y luna. Simboliza el sincretismo de la religión católica con las tradiciones indígenas de la zona. Los movimientos del danzante representan a la traslación y rotación de la tierra. Viste ropa blanca con encajes, camisa, enagua, pantalón, guantes y sombrero de fieltro con espejos y cintas multicolores; una pechera y zapatos negros de cuero o de charol.
Payaso: la alegría y humor se representa con este personaje que abre el desfile y cuidar la integridad del Niño. Lleva un “chorizo” de tela relleno de trapos o aserrín; usa una careta de cartón forrada de papel y pintada. Su traje colorido, mangas, pantalones bombachos y bonete como sombrero lo distingue.
Perro: Es el guardián de la integridad física del Niño al igual que el payaso, abre los recorridos y cuida a sus participantes. Viste un traje confeccionado con un saco tejido de cabuya combinado con telas de colores, lleva una cuerda de cabuya sujetada en la cintura, un pañuelo colorido en la cabeza y una máscara de cartón con cara de perro.
Diablo sonajero o diablo de lata: es una expresión de rebeldía, puesto que a la llegada de los españoles se impuso la imagen de Dios como la representación del bien; fue así que la servidumbre empezó a disfrazarse de diablo como una manera de identificarse con este personaje. Utiliza una elegante chaqueta de color rojo y azul, una máscara de lata pintada de rojo, una trenza de cabuya y una sonaja que entona al compás de su baile.
El Ministerio de Turismo promociona los Pases del Niño de Riobamba como parte de la campaña de festividades y feriado que se aproxima a nivel nacional. Por tal razón invita a los turistas a conocer, disfrutar y valorar nuestras tradiciones. ¡Te esperamos!(Ministerio de Turismo) (30)
