Jannik Sinner cerró un capítulo difícil y demostró su fortaleza mental al sobreponerse a los rumores y críticas para consolidarse como uno de los mejores jugadores del mundo.
En marzo de 2024, durante el Masters 1.000 de Indian Wells, Sinner dio positivo en un control antidopaje por la sustancia prohibida clostebol, esta sustancia es conocida por sus efectos anabólicos.
Sin embargo, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) revisó el caso y, después de una investigación exhaustiva, concluyó que el positivo fue el resultado de un error por parte del fisioterapeuta de Sinner, quien había utilizado un producto contaminado sin conocimiento del jugador.
La ITIA lo declaró inocente, evitando cualquier sanción. A pesar de esta decisión, la polémica no terminó ahí. La noticia de su absolución en la semana previa al Abierto de Estados Unidos tuvo críticas entre algunos medios y aficionados que sospechaban de un trato preferencial por ser uno de los grandes nombres del circuito de la ATP.
En su conferencia de prensa en Nueva York, Sinner se enfrentó a preguntas sobre el escándalo, pero insistió en que no había hecho nada incorrecto y que siempre respetaba las reglas del deporte.
Con esta controversia sobre su cabeza, Sinner llegó al Abierto de Estados Unidos bajo una intensa presión.
Su arranque en el torneo no fue el más prometedor, al dejarse un set en la primera ronda frente al estadounidense Mackenzie McDonald, del torneo.
Sinner mostró un nivel impresionante y derrotó cómodamente a Fritz, asegurando así su segundo título de Grand Slam.
Con esta victoria, el italiano se convirtió en el cuarto jugador en la historia en ganar los dos Grand Slams en pista rápida en la misma temporada, uniéndose a leyendas como Novak Djokovic, Roger Federer y Mats Wilander.