Por: Edgar Frías Borja
Los ecuatorianos, según los resultados de las elecciones en primera vuelta, estamos convocados a una segunda ronda; esta vez, entre el actual presidente y la candidata por la Revolución Ciudadana, Lista 5, finalistas de la jornada electoral próxima pasada. Sí, el próximo 13 de abril, se dará nuevamente este ejercicio democrático; pero, la elección será un juego a la ruleta rusa, ya que debemos escoger entre dos posiciones antagónicas.
Para entender mejor, según define Wikipedia, se entiende por ruleta rusa a un juego potencialmente mortal, que consiste en que, un jugador coloque una o más balas dentro de un tambor de revólver, gire el cilindro (sin ver en dónde quedó el proyectil), coloque el cañón en su sien y presione el gatillo. Se juega generalmente entre dos o más personas. El objetivo es sobrevivir y quedarse con el dinero o la especie de valor a jugar.
En realidad, el Ecuador debatirá su destino como nación, entre las dos fuerzas políticas, el correísmo y el novoismo; los primeros que se formaron a raíz del periodo presidencial del Econ. Rafael Correa Delgado y la otra, que nace en el ejercicio de la presidencia del actual mandatario, Ing. Daniel Novoa Azin.
Las expectativas son grandes y definitorias; toda vez que, según el uno y el otro bando, los ecuatorianos deberemos escoger, entre los socialistas atrasa pueblos o los burgueses explotadores y evasores.
Al correísmo se le acusa de responder a los lineamientos del foro de Sao Paulo que se sustenta en profundizar el debate y procurar avanzar con propuestas de unidad de acción consensuadas, promover intercambios especializados en torno a los problemas económicos, políticos, sociales y culturales que el continente enfrenta.
Pues, en el momento de su fundación en 1990 el único miembro que ejercía el poder ejecutivo en un país soberano era el Partido Comunista de Cuba. Veinte años después la mayoría de sus miembros accederían mediante las urnas a ejercer el gobierno en distintos países o formarían parte de coaliciones oficialistas, otros llegarían a ser primera fuerza de oposición.
También, se lo estigmatiza al relacionarlo con los gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba, países socialistas o comunistas que se han perpetuado en el poder como gobiernos dictatoriales.
Por el lado de ADN que lo preside el actual mandatario, también se lo denigra haciendo hincapié en la falta de respeto a la constitución, en la evasión de impuestos, en los grandes negociados para favorecer a los círculos íntimos del presidente y su familia, a un incontrolable incremento delictivo y a un inexistente Plan Fénix, entre otros.
Como soñar no cuesta nada, entonces los ecuatorianos estamos obligados a votar entrando en el jugo peligroso de la Ruleta Rusa. Es decir, sin saber si nos saldrá pato o gallareta