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viernes, febrero 7, 2025

SOÑAR NO CUESTA NADA… El debate: Un sabor agridulce…

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Por: Edgar Frías Borja

El tan mentado y careado debate de los presidenciables, dejó un sabor agridulce. A diferencia del enfrentamiento de las y el candidato a la vicepresidencia, el comentado debate de los aspirantes a la presidencia, considero de manera personal una tomadura de pelo al pueblo ecuatoriano.

Si nos atenemos al significado de la palabra debate, debemos convenir en que un debate es un discurso oral, catalogable como un tipo de conversación estructurada. Su objetivo es enfrentar dos o más opiniones, acerca de un determinado tema polémico, o al menos, discutible desde diversos puntos de vista.

También se entiende por debate, a una forma de discusión formal y organizada que se caracteriza por el intercambio argumentado de ideas y/o puntos de vista entre dos o más personas con posiciones opuestas, sobre un tema determinado

Nada de esto se pudo apreciar en dicho evento. Los supuestos debatientes con polla en mano daban contestación a medias, a los cuestionamientos o preguntas plateadas.

La diatriba de muchos de los contendientes fue evidente, sobre todo direccionada a afectar a Noboa y a Luisa González. A esto no se lo puede llamar debate, sino ataques aleves, con el fin de deslegitimar y causar daño. Actos poco honestos y honorables.

Si hablamos de la estructura del acto en sí, el tiempo asignado para contestar las preguntas, las réplicas y contra replicas, fue muy limitado, donde la capacidad de síntesis del pensamiento y criterio de los candidatos, no permitió tener un concepto claro de sus ideas y propuestas.

Pues, debemos también convenir en que, realizar un examen de conocimientos y propuestas a dieciséis candidatos en tan corto tiempo, es una verdadera locura. En consecuencia, lo que sucede en el país de Manuelito, es una tragedia. No sé, si todo esto es producto de la “desbordante democracia en que vivimos”, o simplemente es la ambición desmedida por captar el poder. Solo Dios lo puede saber, porque a los mortales ecuatorianos, nos tienen mareados, enajenados y embobecidos.

Muchos de estos batracios de la política criolla ecuatoriana, manejan bien los conceptos de que, sin poder político, no lograrán el poder económico o viceversa. Por eso hacen millón de piruetas para alcanzar un espacio en la administración del estado. Como soñar no cuesta nada, la gran incógnita que nos planteamos es, qué nos queda a los ecuatorianos de a pie, para sortear de entre los avivatos y lograr escoger a quienes en realidad respondan a los anhelos y aspiraciones de las mayorías. La tarea que se nos plantea es bien difícil y de gran responsabilidad; porque, debemos estar conscientes de que si volvemos a equivocarnos eligiendo al no apropiado, las dificultades que nos sobrevienen serán simplemente peores de las actuales.

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