Por: Fedgar
Cuando las cosas que nos suceden, parecieran que ya no tienen solución y estamos para abandonar esa lucha que venimos librando, aún queda la esperanza y esa esperanza es la fe. Si la fe en Dios, la fe en nosotros mismos, la fe en nuestras capacidades, habilidades y destrezas. En definitiva, la fe en ese potencial que está aún, por descubrirse. Para ilustrar mejor este mensaje recuerdo que hace mucho tiempo atrás, leía una reflexión que me sacudió profundamente y dio razón a lo que comento a continuación.
El Buitre: si pones a un buitre en un cajón que mida 2x2m y que esté completamente abierto por la parte superior, está ave a pesar de su habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el buitre siempre comienza el vuelo desde el suelo con una carrera de tres a cuatro metros. Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera intentará volar, sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña cárcel sin techo…
El Murciélago: el murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche es una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde un lugar a nivel del suelo. Si se le coloca en el suelo en un lugar plano todo lo que puede hacer es arrastrarse indefenso y sin dudas dolorosamente hasta alcanzar algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar hacia el aire, entonces, inmediatamente despega a volar…
La Abeja: la abeja al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí hasta que muera, a menos que sea sacada del mismo. Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin embargo, persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los laterales cercanos al fondo. Seguirá buscando una salida donde no existe ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma…
Las Personas: en muchas formas somos como el buitre, el murciélago y la abeja. Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin nunca darnos cuenta que todo lo que tenemos que hacer es mirar hacia arriba. Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema. Solo mirar hacia arriba.
Recordemos que, la tristeza mira hacia atrás, la preocupación mira alrededor; la depresión mira hacia abajo; pero la FE siempre mira hacia arriba, porque allá esta Dios Todopoderoso y en él la solución a los problemas, la paz y la felicidad. Pues, para los ateos o los escépticos, esta verdad pareciera una utopía, pero no es así.
Como soñar no cuesta nada, alimentémonos con pensamientos positivos, pasemos de las actitudes negativas a las positivas. Refundemos nuestro espíritu con pensamientos y acciones que nos libren del fracaso, del hoyo o del borde del precipicio donde nos encontramos y transformemos con fe y coraje nuestra situación negativa. Nunca perdamos la fe en Dios y en nuestros valores personales y de familia.