Por: Fedgar
De seguro que los ecuatorianos nos hemos acostumbrado a vivir de sobresalto en sobresalto. Si no es la inseguridad, la calamidad doméstica, la falta de empleo, la falta de medicinas, el narcotráfico, el terrorismo, son las cuestiones políticas, que nos mantienen en permanente zozobra.
La Asamblea Nacional de Ecuador aprobó el 3 de junio de 2025 una reforma constitucional, para permitir la instalación de bases militares extranjeras en el país. La propuesta, impulsada por el presidente Daniel Noboa, busca fortalecer la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La reforma modifica el artículo 5 de la Constitución, eliminando la prohibición de establecer bases militares extranjeras en Ecuador. Esta propuesta fue aprobada con 82 votos a favor, provenientes de la bancada oficialista, el Partido Social Cristiano (PSC) y algunos independientes. La votación fue objeto de debate y críticas, especialmente desde la bancada de la Revolución Ciudadana, que se opuso a la reforma.
La Corte Constitucional deberá calificar el texto de la reforma y luego el Consejo Nacional Electoral (CNE) organizará un referéndum para que los ecuatorianos voten a favor o en contra de la propuesta. – El referéndum deberá realizarse en un plazo de 45 días después de la convocatoria del CNE. Para aprobar la reforma, se necesitará al menos la mitad más uno de los votos válidos emitidos.
La coordinación nacional del movimiento indígena Pachakutik rechazó la votación de sus legisladores que apoyaron la reforma, considerándola una “muerte de la soberanía nacional”. Algunos legisladores de la Revolución Ciudadana se abstuvieron de votar o se opusieron a la reforma, argumentando que podría tener efectos estructurales irreversibles para la soberanía del país.
Surgen concomitantemente las siguientes interrogantes:
¿Cuál será el impacto de la instalación de bases militares extranjeras en la soberanía y seguridad de Ecuador?
¿Podrá el gobierno ecuatoriano mantener el control sobre las bases militares extranjeras y evitar la injerencia extranjera en asuntos internos?
¿Cuál será el papel de la Corte Constitucional y del CNE en el proceso de implementación de la reforma?
Como soñar no cuesta nada, esperemos que los “padres de la patria”, hayan resuelto lo conveniente para dar paz y alivio a tanto maltrato sufrido por el pueblo. Es menester que alimentemos la fe ciudadana, en las instituciones del estado y que estas, respondan a los altos intereses de la nación. La historia nacional debe registrar en sus anales, acciones que dignifiquen y no sacrifiquen la heredad territorial; patrimonio que, no es propiedad de un partido político, sino de todo un estado.