Por: Fedgar
Desgraciadamente, los ecuatorianos en su mayoría, vivimos demostrando una total indiferencia, frente a la realidad en la que, actualmente vive el país, por no calificarla de irresponsable.
Ecuador enfrenta una profunda crisis política, económica, social, educativa y jurídica, que afecta su estabilidad y desarrollo. El país, tiene un sistema político regionalizado, donde la Sierra y la Costa son las dos regiones predominantes, con sus respectivos ejes, Quito y Guayaquil. Este sistema se basa en un equilibrio de poderes y orientaciones diferentes entre las regiones.
Pues, actualmente, el país atraviesa una crisis de este sistema debido a cambios en las estructuras sociales y económicas de las regiones, lo que ha generado tensiones y conflictos. A pesar de las diferencias, el sistema político ecuatoriano se caracteriza por la negociación y el consenso entre las regiones, lo que ha permitido mantener la estabilidad política.
Ecuador adoptó un modelo económico basado en la libre competencia, pero la falta de regulación y control adecuados ha generado problemas de eficiencia y equidad. La política económica ha tenido un impacto limitado en el desarrollo del país, lo que ha generado pobreza y desigualdad.
Debemos estar conscientes que, la economía ecuatoriana es vulnerable a los cambios en el mercado mundial y depende en gran medida de la exportación de productos primarios.
La legislación económica en Ecuador es débil y no ha sido capaz de regular adecuadamente el mercado y proteger los derechos de los consumidores.
Las instituciones encargadas de aplicar la ley y regular el mercado son débiles y carecen de autonomía y recursos. Esta falta de normas de competencia efectivas ha generado prácticas anticompetitivas y ha afectado la economía y los consumidores.
A los aspectos señalados en los párrafos anteriores, se suma con gran preocupación los atenientes, a la salud, la educación, el narcotráfico, la delincuencia organizada y la pérdida de confianza en las instituciones públicas. Con este panorama desolador, la falta de un entendimiento o concertación entre los bandos en disputa por el poder, poco o nada puede hacer, un gobierno acorralado por los bandos antagónicos.
Como soñar no cuesta nada, conscientes de que, la problemática política, económica y jurídica de Ecuador es compleja y multifacética, lo que se requiere es, una reforma integral del sistema político y económico, para abordar estos desafíos y promover el desarrollo sostenible y equitativo del país.