La Copa Ecuador 2025 aún no llega a su etapa más mediática, pero ya está escribiendo sus primeras gestas. Este lunes 9 de junio, dos equipos del ascenso nacional tumbaron a rivales de la LigaPro (Serie B) y se colaron, por méritos propios y sin complejos, en los 16avos de final.
Cuenca Juniors y Liga de Portoviejo, clubes con realidades muy distintas, unidos por la etiqueta de “inferiores” en la pirámide del fútbol nacional, se rebelaron ante el favoritismo ajeno. En el estadio Alejandro Serrano Aguilar, el Cuenca Juniors, representante de la Segunda Categoría, dio el primer golpe del día.
Enfrente, Atlético Vinotinto, club de Serie B con mayor rodaje competitivo y plantilla profesional, llegó con la lógica presión de quien no puede permitirse una caída. Pero el fútbol, una vez más, se encargó de borrar jerarquías.
El partido terminó 2-2 en el tiempo reglamentario, llegaron los penales y ahí los cuencanos fueron más certeros, ganaron 5-4. La figura fue la “Tuka” Ordóñez, un delantero veterano que, a sus 40 años, demostró que la experiencia no es un adorno sino un recurso. Marcó un gol, asistió en el otro y selló su faena con un penal convertido.
En una época en que el fútbol se rinde al físico y a las estadísticas, la Tuka reivindicó el valor de la sabiduría de cancha. Más tarde, fue el turno de Liga de Portoviejo. La Capira, hoy fuera del radar de las grandes luces, se midió ante Independiente Juniors, filial de uno de los clubes más poderosos del país.
El cruce era, a todas luces, desigual en estructura y proyección. Pero la Copa Ecuador, una vez más, favoreció a los que se atreven. Tras un empate sin goles en los 90 minutos, los manabitas se impusieron en los penales por 4-3. Con eso, sellaron su pase a la ronda de 32 equipos, donde ya los espera la artillería pesada.
