INTERNACIONAL
La ofensiva militar llevada a cabo por Estados Unidos en la madrugada del domingo contra varias instalaciones nucleares iraníes ha generado una ola de reacciones internacionales que reflejan la creciente tensión geopolítica en Medio Oriente.El gobierno iraní condenó con firmeza el ataque, calificándolo como una “violación flagrante del derecho internacional”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, denunció el hecho como un “acto escandaloso” y advirtió que su país “se defenderá por todos los medios necesarios”. Además, subrayó que Estados Unidos “ha cruzado una línea roja peligrosa”, al atacar infraestructura considerada clave para el desarrollo nuclear iraní.
En un comunicado separado, la Organización de Energía Atómica de Irán tachó el bombardeo de “bárbaro” y aseguró que no detendrán su programa nuclear. “El sacrificio de nuestros mártires nucleares no será en vano”, expresó el organismo, reiterando su compromiso con el avance científico del país.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró la acción militar como un “punto de inflexión histórico”. En un mensaje público, agradeció al expresidente Donald Trump por lo que denominó una “decisión audaz” que, según él, contribuirá a consolidar un futuro de paz mediante la fuerza. “Primero viene la fuerza, luego la paz”, afirmó Netanyahu.
Entretanto, las principales potencias del mundo han reaccionado con preocupación ante el incremento de la violencia en la región:
China: exhortó a todas las partes a evitar una escalada mayor, instando al diálogo diplomático para mantener la estabilidad en Medio Oriente.
Rusia: condenó el ataque como una provocación peligrosa y solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Reino Unido: expresó su alarma por el deterioro de la situación y llamó a una desescalada inmediata para prevenir un conflicto de mayores dimensiones. Los Guardianes de la Revolución iraní, brazo militar ideológico del régimen, advirtieron que habrá represalias contra Estados Unidos, señalando que las consecuencias “serán lamentables” para Washington.
La comunidad internacional sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos, en medio de temores de un conflicto regional de gran escala.
