Por: Eduardo F. Naranjo C.
La sociedad actual es altamente compleja dado el esquema de poder, en el que la producción, tráfico y consumo de estupefacientes que inició su masificación en los sesenta del siglo pasado, durante la guerra de Vietnam tiene atravesado el planeta. El mercado de consumo creció indeteniblemente en los países más ricos y también en los otros, en los que se produce con el trabajo de campesinos pobres.
Sólidos estudios muestran cifras increíbles de dinero que se mueven “subterráneamente”, estimándose casi un cuarto del capital mundial que explican su destructivo poder vaciando la esperanza de control y erradicación.
Este oscuro dinero tiene penetradas cientos de instituciones financieras en el mundo. a la vez que negocios comunes de todo tipo y nivel que en la actualidad son imposibles de rastrear, de tal forma que si uno compra un artefacto u obtiene un crédito no sabe qué capital está incrementando.
La complicación es mayor por la simbiosis con el oscuro mercado de las armas, que provee a grupos insurgentes o bandoleros de todo el mundo, a la vez sostiene en algunas zonas planetarias sus propios ejércitos para proteger el flujo de mercancías ilegales.
Este poderío “subterráneo y secreto” al que difícilmente habrá Gobierno que lo pueda controlar y peor eliminar porque, además de armas su poder permite cooptar y corromper a cientos de hombres y mujeres de diferentes instituciones y estratos, aquí atestiguamos palmariamente.
La declaración de “terroristas” podría ser válida, permitiendo al Estado usar mecanismos de mayor fuerza y letalidad a fin de buscar su extinción, pero no es suficiente puesto que el poder de corromper que tienen estas mafias es tan grande que si alguien lo logra será un héroe al triunfar sobre el mal y recrear un mundo sano y libre de esta fatal atracción química ofrecida por la Naturaleza o creada sintéticamente por el pensamiento siniestro y promovida por la debilidad humana. Planes intensos de salud quizá ayuden, de esperanzas vivimos los humanos aunque escasamente se concreten./ La Hora