CONTROVERSIA.-
A pesar de que Olmedo se impuso por la mínima diferencia, con un penal convertido por Joseph Bazurto a Deportivo Guano, la victoria del cuadro riobambeño quedó ensombrecida por el controvertido desempeño del árbitro central.
Desde el inicio, Olmedo fue superior en el terreno de juego, controlando el balón y generando peligro constante en el área rival. Sin embargo, su superioridad futbolística se vio constantemente interrumpida por las faltas reiteradas del Deportivo Guano, quienes apostaron por un juego físico para detener el avance del “Ciclón”. En medio de este ambiente de juego brusco, Arévalo comenzó a tomar un protagonismo, no por su capacidad de controlar el partido, sino por sus sanciones desmedidas y, en muchos casos, inexplicables. El punto más álgido se dio en el segundo tiempo, cuando Olmedo, buscando ampliar su ventaja, tuvo un tiro de esquina a su favor. Jostyn Cerón, uno de los jugadores más destacados del torneo, subió al área rival para buscar el gol. En ese momento, fue marcado por el capitán del Deportivo Guano, Luis Rodríguez, quien, al no poder contener la habilidad de Cerón, recurrió a un golpe descarado al rostro del defensor olmedino. Sorprendentemente, el árbitro asistente, encargado de apoyar en estas situaciones, no cumplió con su función de manera efectiva y Arévalo decidió amonestar con tarjeta amarilla a ambos jugadores, equiparando la agresión de Rodríguez con la reacción de Cerón. Lo que sucedió a continuación solo agravó la situación. Mientras Cerón regresaba a su posición defensiva, fue nuevamente agredido, esta vez por Carlos Segura, quien lo obstruyó de manera flagrante. Una vez más, Arévalo decidió mostrar tarjetas amarillas a ambos jugadores, lo que resultó en la segunda amonestación para Cerón y su consiguiente expulsión del partido. Olmedo logró mantener la ventaja y asegurar la victoria. Sin embargo, la expulsión de Cerón tendría consecuencias en futuros partidos, ya que el defensor quedaría suspendido para el próximo compromiso contra Daquilema.