El arquero riobambeño Gonzalo Valle nuevamente fue la figura indiscutida en el triunfo 1-0 ante São Paulo en el Morumbí, resultado que, sumado al 2-0 en la ida, selló la clasificación del “Rey de Copas” ecuatoriano a las semifinales del torneo más prestigioso del continente.
Hace una semana, Hernán Crespo, técnico del conjunto paulista, había lanzado una frase que sonaba a presagio “Hay que felicitar a su arquero, espero que no tenga una buena noche la próxima semana”.
El deseo se quedó en palabras, porque Valle repitió y hasta superó su actuación de Quito, una de esas noches en las que un guardameta se vuelve inexpugnable. Al minuto ocho, desvió un remate que llevaba destino de red, Valle se encargó de desesperar a delanteros y silenciar a más de 50 mil espectadores.
Fueron 11 atajadas en total, algunas de ellas imposibles, como el disparo de Damián Bobadilla al filo del descanso o las tres intervenciones consecutivas frente a Luciano, el mismo que vio cómo un gol suyo era anulado tras impactar al arquero en el área chica.
Cada jugada acrecentó la sensación de que aquella portería estaba blindada. Las cifras respaldan la heroicidad. Gonzalo Valle es hoy el arquero con más vallas invictas en la presente edición de la Libertadores (6) y lidera también el apartado de goles evitados, con un promedio de 7,32 por partido.
Un muro humano que sostiene a un equipo que, con menos nombres rutilantes que en otras épocas, sigue siendo competitivo gracias a su solidez en el arco. En sus 28 partidos con Liga, Valle ha recibido 22 goles y ya suma 13 porterías en cero.
Una estadística conseguida con disciplina, concentración y confianza, pero también un proceso de consolidación en un club que exige siempre estar a la altura de su historia.
