La familia Daquilema que murió a causa de un deslizamiento de tierra que se dio en la noche del martes, serán sepultados esta tarde en el cementerio de Licán.
Los 5 féretros que contenían los cuerpos de Patricio, Blanca, Marcia, Julio Gabriel y Sarahí Marisol los llevaron hasta el barrio Lucerito en Licán.
En la humilde morada se armó una capilla ardiente, en donde les dieron el último adiós.
La tristeza y el desconsuelo por haber perdido a sus seres queridos aún se reflejaban en los rostros de los padres de las víctimas.
Segundo Juan Daquilema, padre y abuelo de las víctimas, manifestó que es un dolor amargó.
“Nunca pensé que eso me iba a suceder, somos de escasos recursos económicos y por eso agradezco a las autoridades que nos han ayudado”, dijo.
Poco a poco iba llegando los amigos de las víctimas, quienes aún no asimilaban lo ocurrido, e incluso los compañeros de escuela de Julio Gabriel se dieron cita con sus padres y expresaron sus condolencias.
Es que el dolor fue tal que conocidos y extraños lloraron por ver los ataúdes de la familia que partió al más allá.
A unos cuantos metros de donde estaba la capilla ardiente, se ubicaba la casa de las víctimas, en donde Loba, su pequeña mascota aún esperaba el retorno de sus dueños.
Paralelamente a ello, los allegados temían que el incidente no solo considere como un accidente de tránsito, pero luego de analizar el problema, las autoridades consideraron que sí deberían ser beneficiarios del seguro del Sistema Público para Pago de Accidentes de Tránsito (SPPAT), ya que ese monto que recibirá la familia de las víctimas, ayudará a solventar los gastos fúnebres.
Ana María Rivadeneira, del SPPAT, explicó que la familia tendrá un año para presentar la documentación. “No existen tramitadores ni se requiere de abogados porque nosotros nos encargamos de ayudarlos con los documentos”, subrayó.
