17.000 agricultores al borde de la quiebra por falta de agua

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email

PROBLEMA.

En las tierras fértiles de Tungurahua y Cotopaxi, el sustento de 17.000 agricultores pende de un hilo debido a una devastadora sequía que ha dejado sin agua los canales de riego fundamentales para sus cultivos. Un derrumbe catastrófico ha destrozado el sistema de captación de agua en el canal de riego Latacunga-Salcedo-Ambato, sumiendo a los agricultores en una desesperada lucha por sobrevivir.

El canal de riego está seco desde hace 19 días, cuando un derrumbe destruyó un tramo del sistema de captación en Salcedo, el 5 de marzo de 2024.

La tragedia golpeó de lleno a la zona norte de Ambato (Tungurahua) y a los cantones de Salcedo y Latacunga (Cotopaxi), donde más de 17.000 productores de verduras y hortalizas enfrentan una situación desoladora. “¡Sin agua, todo se muere!”, claman los agricultores, una lamentable realidad que ahora los amenaza. La erosión del terreno provocó un deslizamiento que arrastró consigo unos 30 metros de montaña, destruyendo un tramo vital del canal de riego Latacunga-Salcedo-Ambato, que anteriormente era la arteria vital que alimentaba los cultivos y abrevaderos de numerosas comunidades, según Marcelo Suárez, presidente del Sistema de Riego.

 La alarma se encendió el martes 5 de marzo de 2024 en el sector de Salache-Angamarca, en Salcedo. Al principio, los agricultores no dimensionaron la gravedad del problema, pero pronto se hizo patente cuando los técnicos llegaron a inspeccionar. El prefecto de Tungurahua, Manuel Caizabanda, confirmó la magnitud de los daños, estimando que la reparación llevará al menos 21 días para restablecer el flujo de agua.

Sin embargo, para los agricultores, 21 días más de sequía, equivalen a la bancarrota. Esta crisis podría traducirse en una disminución del 20% en la producción de hortalizas y verduras, advirtió el presidente del sistema de riego. Mientras tanto, los tanqueros han visto en esta situación una oportunidad de lucro. Ernesto Chango, un agricultor de Puerto Arturo, al norte de Ambato, ha sembrado una variedad de vegetales, pero ahora enfrenta una incertidumbre desgarradora. “Han pasado 17 días y se han agotado las reservas de agua. Ni siquiera llueve para recolectarla”, lamenta Chango, cuyas pérdidas económicas podrían ser millonarias. Otro agricultor, Alex Chicaiza, ha invertido una suma considerable en la producción de tomates en invernaderos. Señala que en Quijaló, existen vastas áreas de producción que ahora están en riesgo. Además, denuncia el oportunismo de los tanqueros, quienes están cobrando tarifas exorbitantes a los productores desesperados.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email