El eslogan “Ciudad bonita” es una frase que va posicionándose a nivel local y nacional. Y más allá de que es verdad porque Riobamba sí es una ciudad bonita, debe ser, es ciertamente motivante para quienes residimos en la Sultana. Porque terminará siendo más bonita si es aseada. Y el aseo y el ornato es responsabilidad de todos los habitantes. Porque una ciudad no es más aseada porque más se barre o se limpia, sino porque menos se la ensucia.
Pero también es tarea municipal diseñar estrategias que involucren, que comprometan la participación de la comunidad tal como viene haciéndolo la alcaldesa de Guayaquil con el concurso “Mejoremos nuestra cuadra” que es todo una iniciativa ambiental altamente positiva que incluye premios a barrios ganadores y recompensas para los balcones que se adornen con flores. Por supuesto, que el entorno del edificio sede del cabildo guayaquileño y el mismo edificio lucirán, se ha dicho, con plantas en los balcones.
Aquí en Riobamba, muchos barrios, de motu proprio, han dado muestras colectivas de amar a su ciudad, de cuidarla, mejorando su sector. Es el caso, por ejemplo, del Barrio Rosa María que, bajo el liderazgo efectivo y patriótico del presidente barrial, ofrece una imagen modelo de aseo y ornato para la ciudad como resultado del involucramiento de sus moradores que, movidos por la solidaridad y sana convivencia, han logrado la transformación del sector.
Sería conveniente que, desde la municipalidad se organicen y promuevan eventos, actividades, concursos, proyectos y más iniciativas, inclusive ordenanzas, tendientes a una mayor participación e involucramiento ciudadanos en el aseo y ornato barriales que, finalmente significará una mejor calidad de vida y evidenciará notables peculiaridades sociales y culturales de los vecinos del barrio. ¿Hará falta motivación, educación comunitaria, disciplina y hasta mano dura con los renuentes a estos necesarios e impostergables cambios de conducta individual y colectiva en bien de la ciudad?.