El 26 de marzo de cada año se conmemora el Día Mundial del Clima y la Adaptación al Cambio Climático, con el propósito de “generar conciencia en la población sobre la importancia que tienen las acciones y actividades del ser humano en la variación climática”.
De acuerdo a estudios científicos. la temperatura, las precipitaciones, la humedad y el viento son condiciones atmosféricas que conforman el clima que por las malas prácticas ambientales como la deforestación y la sobrexplotación de los recursos naturales han dado como resultado un fenómeno conocido como el cambio climático.
Al Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE) le corresponde liderar las acciones y los esfuerzos para conservar los recursos forestales, manglares y páramos, apoyar y fomentar la eficiencia energética, mejorar las prácticas ambientales y controlar el consumo de nuestros recursos. Y por supuesto, los gobiernos autónomos descentralizados provinciales, cantonales y parroquiales, las organizaciones no gubernamentales, las comunidades y la ciudadanía deben involucrarse, desde sus competencias, en la planificación de políticas y programación de actividades diversas para detener los efectos del cambio climático.
Es urgente y necesario que desde el ámbito público y privado, se vaya creando conciencia en toda la población sobre la importancia de las acciones y actividades del ser humano en la variación climática, sobre la necesidad de no contaminar el ambiente y evitar el uso de elementos nocivos que afecten la atmósfera, los ríos, lagos y lagunas, los recursos forestales, manglares y páramos para precautelar la salud de la población.
Quizá, uno de los efectos positivos de la presencia del coronavirus y sus impactos fatales y catastróficos en la humanidad, sea un paréntesis purificador en el cambio climático por la obligada suspensión de millones de máquinas y artefactos contaminantes