POLÍTICA
La esperada cita entre el presidente Guillermo Lasso y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, duró alrededor de tres horas y no solo hubo desencuentros entre ellos, sino también puertas adentro del movimiento indígena. No hubo “argumentos sólidos” ni “voluntad política”.

El presidente Guillermo Lasso y el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, utilizaron esas frases, respectivamente, para describir la reunión que mantuvieron, después de meses de desencuentros. La cita en Carondelet, prevista para las 11:00, inició con más de una hora de retraso. Los argumentos fueron, de un lado, que la lista de la delegación del movimiento indígena llegó tarde e incompleta y, desde el otro lado, que había demasiados controles de seguridad y descoordinación.
Iza fue de los últimos en entrar al Palacio porque no quería dejar a nadie fuera. La reunión empezó alrededor de las 12:30, cuando -con todos en el salón de banquetes- llegó el Primer Mandatario. Es la primera reunión política de este periodo que recibe a una comitiva tan extensa en Carondelet, pese a la pandemia, con más de 50 delegados. Codo con codo, funcionarios del gobierno y dirigentes del movimiento indígena compartieron mesa. Esto pese a que no se tomaron en cuenta las condiciones que exigían desde la primera invitación.