A propósito de una condecoración del CPCCS

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Las entidades públicas y privadas suelen conceder condecoraciones, preseas insignias de honor, decencia, dignidad, honradez, probidad, nobleza o distinción a personas o instituciones que se han destacado en el campo científico, literario, empresarial, artístico, investigativo, deportivo, periodístico u otros en bien de los demás. El máximo galardón que a nivel planetario se concede cada año a personas que hayan hecho investigaciones sobresalientes, inventos revolucionarios o contribuciones notables a la sociedad es el Premio Nobel en: Física. Química, Medicina, Paz, Literatura y Economía. Por su parte, las universidades suelen conceder el Doctorado Honoris Causa, lamentablemente devaluado por connotaciones política que han motivado su concesión.

En días pasados, en una sesión solemne en la Universidad de Cotopaxi, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social entregó condecoraciones a cien líderes sociales de esa provincia, en reconocimiento a “la destacada labor en la defensa de los derechos humanos y fortalecimiento de la organización social”. Entre los condecorados, estaban dos personajes polémicos que merecieron aceptación y rechazo, según el cristal con que se mire: Leonidas Iza, al que lo exaltó el consejero Juan Dávalos  como un “dirigente importantísimo a la hora de detener los abusos de un gobierno que obedece las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI)” ; y  el abogado Carlos Poveda, defensor de los intereses legales de Julian Assange.

Más allá de la pertinencia o no de la condecoración, a propósito de la concedida a Iza, las redes  la cuestionaron  y recordaron los hechos vandálicos registrados entre el 3 y 13 de octubre, liderados por el condecorado, entre otros,  el incendio del edifico de la Contraloría, las   “retenciones” a militares, policías y periodistas, los abusos sexuales que sufrieron mujeres policía,  los vehículos militares en llamas, la destrucción de bienes y servicios públicos, los ataques a medios de comunicación, la  destrucción de la propiedad privada…Y no faltó alguien que presentara esta cita del escritor y filósofo español Fernando Savater: “Uno puede tener ocho doctorados o seis maestrías y ser un perfecto canalla”

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