ESTIAJE.
En Cuenca, sus icónicos ríos Tomebamba, Yanuncay y Tarqui han sido declarados en estiaje. El clima lo ha secado todo. El río Tomebamba luce en piedras y sedimentos, no ha llovido hace 68 días y por eso tiene un caudal de 0.80 metros cúbicos por segundo cuando lo normal es 2.22 metros por segundo.
Lo que anula la posibilidad de abastecer la planta potabilizadora, el Cebollar, que abastece de agua a 220 mil usuarios en la capital azuaya.
La situación no es diferente en el río Yanuncay, tiene 0.60 metros cúbicos por segundo en vez de 3.96 metros cúbicos por segundo, y en esas circunstancias, tampoco abastece las fuentes de captación.
El río Tarqui también declarado en estiaje. Su caudal es de 0.58 metros cúbicos por segundo; es decir, 1.60 metros cúbicos menos de lo habitual.
En la zona urbana de Cuenca queda agua para cinco o seis días. Si no llueve hasta el domingo. Las autoridades analizan racionamientos. Parroquias rurales como Baños, Turi y el Valle, que se abastecen del proyecto de agua potable, ya tienen racionamientos.
Loja: Los barros del sur occidente de la capital lojana han empezado a sentir racionamientos de agua durante 12 horas debido a la falta de presión en las fuentes de captación en la planta Curitroje Chontacruz que normalmente abastece a unas 400 familias que por ahora se surten con tanqueros o en cisternas barriales. Las reservas en la planta Pucará también han empezado a bajar y eso pone en alerta a la población a la que se le ha dicho que el agua que tienen es exclusivamente para el consumo humano y no para riego u otras actividades.
Pichincha: En Pichincha se cumplen 40 días sin lluvias y cada día la empresa de Agua Potable de Quito aumenta el número de barrios con racionamientos. Aplican cortes de hasta de 20 horas para evitar un racionamiento general. Las parroquias más alejadas de las fuentes de reserva y los barrios ubicados en zonas altas están siendo considerados en el cronograma de cortes de servicio.
En Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Tungurahua, El Oro y Pastaza no hay mejoría en sus afluentes de agua y empiezan a padecer los efectos de la extensa sequía que tienen a un amplio sector poblacional sin agua.