SALUD
La alarma sanitaria se encendió en Chimborazo tras la confirmación de dos casos de tosferina en menores de edad y 166 casos sospechosos en Riobamba, situación que llevó al Ministerio de Educación a tomar una medida drástica: suspender las clases presenciales en los cantones de Riobamba, Guamote, Colta y Penipe hasta el próximo jueves 22 de mayo.

Esta disposición, difundida oficialmente el martes 20 de mayo, afecta tanto a las instituciones educativas públicas como privadas y se implementó con el fin de frenar la propagación de esta enfermedad respiratoria altamente contagiosa.
La emergencia sanitaria tomó por sorpresa a padres, estudiantes y docentes, quienes tuvieron que adaptarse rápidamente a un nuevo escenario educativo. Las familias debieron reorganizar sus horarios y familiarizarse con las plataformas digitales para garantizar la continuidad del aprendizaje desde casa.
El Ministerio de Salud Pública, junto con el Ministerio de Educación, activaron un plan integral que incluye la vigilancia epidemiológica, la caracterización de los casos sospechosos, el rastreo de contactos y la aplicación masiva de esquemas de vacunación, especialmente en las comunidades más vulnerables.
Además, se establecieron cercos epidemiológicos en las zonas afectadas para evitar una mayor expansión de la tosferina. La tosferina, causada por la bacteria Bordetella pertussis, se transmite con facilidad mediante las secreciones respiratorias, por lo que afecta principalmente a bebés y niños pequeños, quienes pueden desarrollar complicaciones severas si no reciben atención oportuna.
Ante esto, las autoridades recomendaron mantener en aislamiento a los menores con síntomas respiratorios durante al menos cinco días, incluso si reciben tratamiento, y evitar el contacto con niños menores de dos años, el grupo de mayor riesgo.
En este contexto, padres de familia expresaron su preocupación, pero también la aceptación de la modalidad virtual como alternativa. “Al principio fue complicado, porque no todos teníamos las herramientas o la experiencia para manejar las clases en línea.
Pero nos hemos ido acostumbrando, y lo más importante es que nuestros hijos estén protegidos de esta enfermedad,” comentó una madre de un estudiante de inicial 2. Desde las instituciones educativas, la organización y el compromiso de docentes y directivos han sido claves para mantener la continuidad del aprendizaje.
A través de plataformas digitales y grupos de comunicación, los profesores han enviado materiales, realizado clases en vivo y evaluado el progreso de sus estudiantes, superando las dificultades técnicas y logísticas que esta transición ha implicado.
El Comité de Operaciones de Emergencia Nacional (COE) reforzó que la medida es temporal y que se revisará el estado epidemiológico antes de autorizar el retorno a las clases presenciales. Mientras tanto, la comunidad educativa y las autoridades de salud trabajan coordinadamente para garantizar tanto la protección de la salud pública como el derecho a la educación de miles de niños y jóvenes en Chimborazo.
Este brote también pone de manifiesto la importancia de la vacunación oportuna contra la tosferina y otras enfermedades respiratorias, así como la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica y de salud en las provincias del país. El llamado es a la población para que colabore con las medidas sanitarias y reporte cualquier síntoma respiratorio para evitar nuevos contagios.