“Un peluche que me escuche”, es la campaña de prevención del suicidio que inició ayer en horas de la mañana, con la donación de peluches. El acto se realizó en el atrio de La Catedral.
Las donaciones de peluches servirán para compartir con niños, niñas y adolescentes en varios centros de salud y de acogimiento temporal. Este trabajo en conjunto lo realizan el Colectivo Fortaleza Juvenil, la concejal Natalia Urgiléz, Club Cenit, Pacto Por la Niñez y Adolescencia, Colectivo Narrativa y Arte para Todos.
Luis Terán, representante del Pacto por la Niñez y Adolescencia, señaló que según datos y estadísticas, el suicido es la “primera causa de muerte violenta” entre adolescentes en Ecuador. En el 2018, un total de 270 menores de entre 5 y 19 años se quitaron la vida en todo el país. En Navidad, la carencia de atención y cariño pueden incrementar la depresión llevando al suicidio de niños, niñas y adolescentes.
Comentó que dentro de los trabajos preventivos, consideraron muy útil la metodología del oso de los sueños, una metodología proyectiva a través de los osos de peluche para que la gente descargue sus emociones, tensiones, pesos, pérdidas.
El oso de los sueños da empatía para desahogar las ideas de suicidio, teniendo en cuenta que un acompañamiento afectivo es importante. Terán indicó que aspiran que esta estrategia permita restituir, acompañar y buscar soluciones a los problemas de la gente que tienen ideas suicidas, situaciones depresivas o situaciones de pérdidas emocionales, puedan tener un desfogue y poder acompañar esos procesos de superación de dichos problemas. Recordó que el slogan es traído de un diálogo con una niña que decía yo quiero un peluche que me escuche.
En Navidad siempre se piden juguetes, ella pide un peluche que le escuche. Resaltó que las personas que están al borde del suicidio quieren básicamente tres cosas: Que alguien les escuche, alguien en quién confiar y alguien que se preocupe. Muchas personas al no tener ese apoyo, optan por la salida fatal”, finalizó. (13)
