Alausí, ciudad donde se conjugan los recuerdos.
Galo García Idrovo
Nuevamente hemos regresado, cargados de recuerdos e ilusiones. Deseo vehemente reencontrarnos con el pasado. Ese pasado que se encuentra aprisionado en lo más hondo de nuestros corazones y que lejos de la tierra se lo mira con nostalgia reprimida y hoy aquí, en el pueblo querido, se desborda impetuoso para recordarnos que, aunque tuvimos que marchar a mundos desconocidos siempre le tenemos presente y prestos a decir: “Aquí estoy pueblo querido”. No me he olvidado de ti, aunque pasen los tiempos. Aunque las condiciones no sean las de antaño. Aunque las responsabilidades económicas nos agobien. Pues venciendo lo imponderable de vivir en países y ciudades extrañas, hacemos un alto a nuestro diario trajinar y volvemos a Alausí, para cobijarnos con el manto de los recuerdos. Es que todos estamos marcados por tiempos. En esos tiempos ocurrieron muchas cosas que la memoria se resiste a olvidarlos y qué mejor oportunidad para que se los desempolve. La presencia del amigo de la niñez, de la juventud, del amigo de barrio, aviva el recuerdo y uno tras otro se van haciendo presentes y son contados como si en verdad se estuviera viviendo nuevamente. Es que la memoria, ese poderosa y eficaz compañera, hace que por arte de magia nos devuelva la inocencia de la niñez o de nuestra traviesa adolescencia. La celebración de nuestra Fiesta Mayor, es tiempo propicio para estrecharnos y conjugarnos en el abrazo propio y sentido de alauseñidad. Aquí, en ese instante se conjugarán momentos sublimes de gozos, alegrías y tristezas. Quién de nosotros no tenemos algo que contar, y que concita el interés de nuestros interlocutores, quienes ávidos de intervenir interrumpen una y otra vez hasta construir al recuerdo en una digna remembranza de los tiempos vividos. Y ese recuerdo es lo que nos da identidad de quienes hemos tenido la suerte de haber nacido en esta privilegiada ciudad. Desde luego, hay recuerdos colectivos e individuales. Rápidamente enumero unos poco colectivos: la llegada y partida del tren, de tiempos invernales de hermosas y esculturales costeñas que a muchos hicieron palpitar los corazones. Quién no recuerda las noches de bohemia donde “Don Che”, “El Candil”, etc. De cuando en las tardes de toros instalaban las recordadas” cabañas” para gustar los toros al son de modernas melodías entonadas por las novedosas rokolas. ¡Cuánto hay que recordar! Por esta razón Diario Regional “Los Andes” les invita a que luego de luego de tres años, volvamos a conjugar nuestros recuerdos. Porque, “recordar es volver a vivir.”
Desnutrición en nuestro Ecuador
Roberto Jairo Gavilanes L.
Vaya título el que acabamos de leer, el mismo que asusta y no logramos combatirlo. Acá, algunos datos para analizar esta preocupante problemática, según el contador poblacional del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, a fecha y hora: 17.964.865 ecuatorianos habitamos en el territorio nacional. El número crece al pasar los minutos, así como aumenta el porcentaje de niños y niñas con desnutrición crónica infantil. Conforme datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, conocido por sus siglas en inglés como Unicef; el Ecuador sería el segundo país en América Latina y el Caribe con mayores índices de desnutrición crónica después de Guatemala. Esta complicación parte de la salud pública en nuestro país se traduce en lo siguiente: 1 de cada 3 niños o niñas adolecen de esta condición. Ahora bien, muchos querrán hablar de porcentajes, en el país el 27% de infantes sufren de desnutrición crónica y en la población indígena el 39% identifica a niños y niñas de distintos territorios rurales o parroquias olvidadas. Aquí la pregunta de tantos: ¿causas?, precisamente a lo que muchos son indiferentes: alimentación incorrecta o insuficiente, enfermedades permanentes y peor aún dificultad en el acceso a servicios básicos que muchos ecuatorianos y ecuatorianas han venido pidiendo a gritos. En conocimiento de las causas, que a propósito muchos las conocen, pero no actúan, revisemos las consecuencias, en busca de tocar la puerta y concientizar. La desnutrición crónica infantil lamentablemente desemboca en un desarrollo físico deficiente, mortalidad y enfermedades infecciosas, dificultades de aprendizaje y falta de rendimiento escolar, retardo de crecimiento y desempeño bajo en acciones determinadas. Para quienes recorren el país y proponen cambios les invitamos a visitar Santa Elena y La Libertad en la Costa; Arajuno y Taisha en la Amazonía: Guaranda y nuestro querido cantón Guamote en la Sierra. ¿Qué hacemos al respecto? al hablar de desnutrición crónica infantil en cantones despreocupados y con autoridades indolentes.
Las potencias en problemas
Walter Spurrier Baquerizo (El Comercio)
Janet Yellen, secretaria del Tesoro y expresidenta del FED, el banco central de EE. UU., reconoció que se equivocó en pensar que la inflación en EE.UU. era pasajera. La inflación es un calentamiento de la economía, exceso de demanda. La economía se calentó por el exceso de gasto público, incluido subsidio en dinero a los consumidores. El calentamiento se combate primordialmente elevando la tasa de interés, para enfriar las compras a crédito y el FED no la subió a tiempo. Lo está haciendo ahora, con lo que en EE. UU. es un alza fuerte, 0,50 de punto porcentual a 0,75. Las autoridades advierten que probablemente subirían el interés en 0,50 mensual hasta que la inflación ceda. El Presidente Biden pide que no se suba tanto el interés para que no afecte el crecimiento. Pero la inflación está en 8,3%, el nivel más alto en 40 años y controlarla requiere acción enérgica. En 1981-82 el FED domeñó la inflación elevando la tasa de interés por sobre la inflación, induciendo una fuerte recesión. Hoy EE. UU., o convive con una alta inflación, o toma medidas de control que desaceleran la economía. No hay varita mágica. China se enreda en su política de cero Covid. Ómicron es más trasmisible que cepas anteriores; las vacunas chinas requieren mínimo tres dosis, y la mayoría de los chinos solo tienen dos. Para frenar el contagio China impone cuarentenas draconianas. Shanghái recién sale de dos meses de encerramiento total. Con ello, el consumo cae, el crecimiento económico se reduce al mínimo, probablemente haya contracción, el peor resultado en 40 años. Esto se suma al giro estatizante que le imprime el presidente Xi a la economía, lo cual afecta negativamente a la pujante industria tecnológica. El presidente Xi teme que los grandes empresarios se han vuelto poderosos e independientes. Al someter a la industria al poder político, Xi sacrifica innovación y crecimiento. La suma de los problemas simultáneos de EE. UU. y China más las sanciones a Rusia pueden causar una recesión global.