EDITORIAL

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¿BAN(CA)DAS LEGISLATIVAS?

Sin duda alguna, Ecuador y sus habitantes atraviesan momentos de convulsión, pobreza, inseguridad, violencia, narcotráfico y muertes con niveles nunca antes vistos. Súmese a estos, los efectos pospandemia que han llevado al país a la peor recesión económica de las últimas décadas. Sin contar con la pandemia de la corrupción que ha asolado todas las instituciones estatales; y la guerra de Ucrania que disparó los precios de alimentos y otros productos en todo el mundo. Todo esto nos han puesto al borde del precipicio. De estas siete plagas y más, solo sería posible librarse mediante la unión del colectivo nacional, el ejecutivo, el legislativo, el judicial y todas las instituciones democráticas, incluidas los partidos políticos. Pero tal parece que, a la Asamblea, integrada por numerosas ban(ca)das, no le interesa ni le importa y ni siquiera percibe estas realidades deprimentes y dolorosas que vive el país y que diariamente lacera a 18 millones de habitantes. Esta Asamblea, tildada de mediocre, desestabilizadora, con niveles bajísimos de popularidad, de aceptación, ahora se encuentra más ocupada en el logro de inconfesables y obscuros intereses de las ban(ca)das correspondientes. Mientras los poderes del Estado, los partidos políticos, los grupos sociales, los gremios, las corporaciones, las empresas, las colectividades y todos los integrantes de la vida pública no asuman actitudes cívicas y patrióticas para dar un viraje a la vida republicana en función de la Patria, trágicamente la situación puede irse agravando y cada vez nos seguiremos hundiendo en el hueco, en los terrenos pantanosos de la inmoralidad de los que difícilmente lograremos salir airosos. Si no sea rectifica ya, si no se plantean grandes objetivos, si las ban(ca)das  legislativas siguen sembrando incertidumbres, es imposible que las actuales circunstancias políticas cambien en corto o mediano plazo, con las consiguientes repercusiones nacionales de todo orden. Con esta Asamblea, y sus ban(ca)das, es posible pensar que la única alternativa que le queda al país es la muerte cruzada o la revocatoria del mandato

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