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viernes, junio 27, 2025

Daniel Salcedo y su hermano fueron trasladados a Quito bajo resguardo militar

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TRASLADO

Daniel Salcedo, figura clave en el caso Metástasis, que fue víctima de un intento de asesinato en la cárcel de Riobamba, bajo inminente riesgo, fue trasladado este 26 de junio junto a su hermano Noé en un operativo de máxima seguridad hacia la Cárcel 4 de Quito.

Daniel y Noé Salcedo fueron trasladados bajo resguardo militar tras el atentado en prisión.

El convoy, escoltado por cuatro vehículos blindados Cobra del Ejército, reveló la magnitud del peligro que encierra su testimonio: Salcedo ya no solo carga con condenas, sino con secretos que podrían sacudir al poder.

El ataque contra Daniel Salcedo ocurrió el 24 de junio, según la Fiscalía, fue ejecutado por cuatro privados de libertad que ingresaron hasta su celda armados. Su hermano Noé, también recluido en Riobamba, se interpuso en el ataque y fue herido.

La escena fue descrita por su abogado, Renato Montero, como un intento de silenciar a su cliente por su disposición a colaborar como testigo en la investigación por el asesinato de Fernando Villavicencio, crimen que aún sacude al Ecuador.

Antes de disparar, uno de los atacantes pronunció una frase que se ha convertido en el nuevo eje de esta historia: “Pepe te manda saludos.” Una advertencia, un mensaje codificado o un recordatorio de que, en las cárceles ecuatorianas, la política, la mafia y la justicia están más entrelazadas de lo que muchos imaginan.

Horas después del ataque frustrado, el sistema penitenciario y las Fuerzas Armadas activaron un protocolo de emergencia. Daniel y Noé Salcedo fueron trasladados desde Riobamba hasta Quito en un convoy blindado, custodiado por efectivos militares y monitoreado en todo momento por unidades de inteligencia.

El recorrido de más de 200 kilómetros fue ejecutado en total sigilo, con cambios de ruta estratégicos y vigilancia aérea intermitente. La llegada a la Cárcel 4 fue controlada y sin incidentes, pero evidenció la gravedad del caso.

No se trataba solo de garantizar la vida de dos reos: se trataba de blindar una pieza clave en una investigación de alto perfil. El abogado Renato Montero ha denunciado que el atentado no fue un hecho aislado.

Días antes, el 13 de junio, recibió un sobre en extrañas circunstancias: fue entregado por un funcionario judicial y, supuestamente, provenía de la abogada de Edison Loaiza, defensor del exvicepresidente Jorge Glas. Dentro había un panfleto anónimo que vinculaba a Montero con el caso Villavicencio y señalaba directamente al exministro del Interior José Serrano como parte de una red de complicidad.

Desde Estados Unidos, país donde reside actualmente, José Serrano respondió de forma inmediata. A través de un comunicado, negó cualquier relación con el ataque o con el crimen de Villavicencio.

Calificó el panfleto como parte de un “burdo montaje político” y afirmó que ya entregó sus dispositivos personales a las autoridades estadounidenses para un peritaje forense independiente. “¿Por qué dejaría un mensaje tan evidente si tuviera algo que ocultar?”, se preguntó Serrano, quien exigió una investigación internacional que aclare lo que, según él, es un intento de fabricar culpables en medio de una crisis institucional.

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