De sacudones

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Diego Araujo Sánchez

(El Comercio) 

Dos hechos causaron un impactante sacudón la semana pasada: el de los dos adolescentes que cayeron desde 300 metros de altura cuando un avión despegó desde Guayaquil con destino a Nueva York; y el audio que difundió el fiscal del Estado, Carlos Baca, con las conversaciones entre el presidente de la Asamblea, José Serrano, y el excontralor Carlos Pólit. Dolorosa tragedia, el primer hecho. Indignante y vergonzosa muestra de degradación ética y política, el segundo.

En el audio difundido por el fiscal Baca, el Presidente de la Asamblea muestra un trato de mucha cercanía con el contralor de la década correísta, que se halla prófugo de la justicia en Miami y contra quien se han abierto procesos por concusión, lavado de activos y asociación ilícita. Serrano se refiere en términos duros a Baca, dice del fiscal que “no está dispuesto a cumplir con ningún acuerdo” y dictamina que se lo debe sacar del cargo. Pólit le informa que tiene un documento para Serrano. Impresionan el tono de la conversación, con vocativos como “compadre lindo”, “hermano”; las alusiones al “chiquito”, a la “amiga”, y alguna expresión procaz de una tercera persona inidentificada.

Serrano entregó ya a la Fiscalía el documento de Contraloría con indicios de responsabilidad penal por el uso de gastos reservados de la SENAIN por parte de la Comisión que investigó el 30-S, presidida por Baca. El audio y las declaraciones de los tres personajes implicados en el escándalo muestran una sórdida trama de ocultamientos, delaciones, acuerdos y traiciones. El Ecuador no merece espectáculo tan denigrante. Un mínimo decoro debía llevar a dar un paso al costado al Presidente del Congreso.  El Consejo de Participación Ciudadana transitorio tendrá que tomar una resolución sobre el Fiscal. El autoritarismo, la concentración del poder, la falta de controles confiables y de una justicia independiente desencadenaron una descomunal corrupción con enormes costos para la democracia, la economía y la sociedad.

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