EDITORIAL
Hoy es el Día Mundial de la Alfabetización. Según la UNESCO, el analfabetismo sigue siendo sinónimo de exclusión y pobreza. Por el contrario, la alfabetización es esencial para el éxito en todos los ámbitos; es el cimiento de los derechos humanos y la dignidad; es fundamental para la erradicación de la pobreza, la igualdad de género; es la base para construir un futuro más sostenible para todos. Para la UNESCO, proporcionar a cada mujer y a cada hombre las competencias, las capacidades y las oportunidades necesarias para hacer realidad sus aspiraciones, en la dignidad y el respeto, sigue siendo inquebrantable. Si en alguna ocasión, una Directora General de la UNESCO, dijo: “El futuro empieza con el alfabeto.” Cabe preguntarse, entonces, ¿qué futuro tienen 781 millones de analfabetos que existen en el planeta?
En el Ecuador, según los datos oficiales, hay una baja en la tasa del analfabetismo, por los múltiples esfuerzos y recursos destinados para eliminar el fenómeno en el país. Así, históricamente se han implementado programas como “Dolores Cacuango”, en procura de la interculturalidad, de la alfabetización en las lenguas ancestrales de los pueblos y nacionalidades indígenas; “Manuela Sáenz”, llegando a sectores con necesidades educativas especiales como habitantes de zonas fronterizas o personas privadas de la libertad; y “Yo sí puedo”, que se trabajó con la colaboración de Cuba. Pese a ello y a las campañas y programas, venidos desde el sector oficial, aún no ha sido posible erradicar totalmente el analfabetismo, principalmente en las provincias de la sierra central: Chimborazo, Cotopaxi, Bolívar y en el Austro. Cañar, donde los índices son los más altos del país.
No hay que olvidar que la alfabetización trasciende al solo hecho de saber leer y escribir, va más allá en la dimensión humana y social. Nos abre el camino para el conocimiento y la cultura; para nombrar, interactuar y comunicarnos con nuestro mundo; desarrollar un pensamiento reflexivo, elementos que en su conjunto nutren la construcción de nuestra identidad y autonomía.
Por otra parte, con la incorporación de las TICs y la IA (inteligencia artificial) al mundo moderno, actualmente también existe la alfabetización digital. Las nuevas generaciones, consideradas nativas en la tecnología digital, han incorporado ya comportamientos y usos al respecto. No así, grupos humanos, particularmente adultos, muchos de los cuales, en el momento actual pueden ser considerados como analfabetos digitales, con dificultades de insertarse funcionalmente en la sociedad.