Riobamba se dinamiza
Artículo de Opinión Por: Edgar Frías Borja
Quedó atrás y muy atrás, la otrora apacible y tranquila ciudad de Riobamba. No solo hablando en el aspecto social y cultural, sino también en el ámbito comercial.
La Sultana de los Andes, hoy es una ciudad en movimiento, ya no solo los días de feria interprovincial, sino de todos los días de la semana. Este fenómeno, ha demandado de las autoridades y de la propia ciudadanía local, el ajustar sus actividades a esta nueva dinámica de la urbe.
El incremento de los automotores en las calles, son un signo de que, el intercambio comercial se ha dinamizado, a tal punto de que en las horas picos, se ha vuelto bastante caótica la circulación.
El incremento de bares, restaurantes con nombres europeos, es otro signo de que Riobamba ya no es la ciudad andina, de poca monta; sino, la urbe que ofrece oportunidades de trabajo a propios y extraños.
De manera igual, el surgimiento de nuevos sitios de expendio de víveres de primera necesidad y otros menesteres domésticos, también nos da a pensar que, hemos dado un salto cuantitativo y cualitativo en la oferta de bienes y servicios.
Y no se queda atrás, el funcionamiento de nuevos mercados que ofertan infinidad de artículos para el vestuario. Estos nuevos emprendimientos se han ubicado en los predios del parque industrial y en la nueva vía la Republica, etc.
También podemos, argumentar la gran cantidad de mecánicas, servicios de lavado y cambios de aceites para los automotores, carpinterías, aserraderos, ferreterías, y por último las concesionarias de vehículos, de infinidad de marcas.
No se quedan atrás, las entidades crediticias, bancos y un sinfín de cooperativas de ahorro y crédito, que por igual gozan de la aceptación de centenas de socios o clientes.
Las cooperativas de transporte intercantonales e interprovinciales, son quienes permiten el flujo de los ciudadanos en pos de la compra venta de todas las ofertas comerciales que los negocios y emprendimientos brindan.
Como soñar no cuesta nada, vale la pena que se establezcan nuevos mecanismos de control, para ofrecer a nuestra propia ciudadanía y a los visitantes, un ambiento de seguridad y tranquilidad en el desarrollo de sus labores de intercambio comercial o de uso de los servicios institucionales público o privados.