Hoy lunes, 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Niña. La ONU institucionalizó este día porque este tipo de violencia constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz.
Lamentablemente esta es una problemática que afecta a muchas mujeres de nuestro entorno que se evidencia en la discriminación de que suele ser víctima la mujer, en la persistencia de desigualdades por razón de género, en formas de violencia física, psicológica o sexual, en el embarazo precoz que en nuestro país es uno de los problemas acuciantes. Es un hecho que algunos grupos de mujeres son particularmente vulnerables a la violencia, como las indígenas, las refugiadas, las migrantes, las que viven en comunidades rurales o remotas, las privadas de la libertad, las niñas, las mujeres con discapacidad, las mujeres de edad y las que viven en situaciones de conflicto armado.
Los hechos y las cifras que circulan a nivel mundial sobre esta problemática son ominosamente alarmantes. Sin embargo, hay que reconocer que se han realizado esfuerzos significativos para ir avanzando en la toma de conciencia colectiva sobre este problema. Y a nivel nacional, las mujeres víctimas de la violencia, se callan menos y se visibilizan cada vez más.
En nuestro país, la violencia y el abuso sexual contra las niñas en algunos centros educativos, lamentablemente, se han tornado un tema de actualidad. Tantos estudiantes agredidos, abusados por largo tiempo, sin que nadie actúe en su defensa. Simplemente, se optó por un silencio cómplice. Compañeros, docentes, autoridades nada dijeron. Y hasta las madres, también callaron, bajo amenaza.
Que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia, sea un espacio de reflexión ciudadana que nos permita aproximarnos a la eliminación de todo tipo de violencia, particularmente contra la mujer.
