Hoy se celebra, en el régimen Sierra, el Día del Maestro Ecuatoriano, consagrado por decreto del 20 de mayo de 1920 por el Presidente de la República, Alfredo Baquerizo Moreno, en honor a célebres personajes que, con su aporte a la educación, se ganaron dicho título: Juan Montalvo, Pío Jaramillo Alvarado, Federico González Suárez, Luis Felipe Borja, Víctor M. Peñaherrera y el Hermano Miguel, maestros símbolos que a su hora, dieron lecciones de humanismo, cultura, vocación y excelencia, verdaderos forjadores de la historia educativa de nuestro país.
Alrededor de 150 mil docentes en el sector fiscal, municipal y particular son responsables de la formación de lo más preciado que tiene el país: los niños y jóvenes; y para el desempeño de su nobilísima misión, sin duda alguna, es preciso que tengan, nadie más que ellos, mentes lúcidas y corazones ardientes para brindar una educación de calidad y calidez, conforme el discurso oficial de la década pasada
En este 13 de Abril, las aulas están vacías y el bullicio escolar lleno de vida se ha silenciado. La acción educativa se ha trasladado a miles de hogares de los maestros transformados en salas de clase, donde el sistema educativo continúa la marcha mediante el uso de las Tics. La tarea educativa presencial ha cedido el paso al trabajo en línea recargado usando su computadora personal o familiar, consumiendo su cuenta de internet, ejerciendo un liderazgo socioeducativo. Las clases no están suspendidas; Ahí están los educadores al pie del cañón en esta guerra a muerte contra el Covid-19 que tiene aterrorizada a la humanidad. Y están por largas horas para trabajar junto a los niños y jóvenes, con la familia ecuatoriana para seguir sembrando para la cosecha del futuro en la práctica de valores que, por su condición de humanos, deben estar en nuestro ADN, adheridos a nuestra piel y nuestro espíritu.
Mientras en la vanguardia de la lucha contra la pandemia están médicos, enfermeras soldados, policías, los docentes, caballeros de la cultura, siguen firmes en sus trincheras en la tarea de construir una sociedad basada en el conocimiento, los valores, la solidaridad, el civismo
