Este 8 de Mayo, la Cruz Roja Ecuatoriana conmemora su Día. Se creó en la presidencia del general Eloy Alfaro (1910), mediante Decreto Legislativo, con el fin de aliviar el dolor individual y colectivo, socorrer y salvar vidas en tiempos de paz y de guerra. Desde entonces, su vida institucional está llena de humanismo cumpliendo su misión de aliviar el sufrimiento de muchos ecuatorianos, de proteger y garantizar la vida y la salud comunitaria a través de rehabilitaciones, servicios de hematología, serología, genética molecular, inmunogenética, atención hospitalaria a niños extraviados, servicios ortopédico, odontológico, atención clínica, bancos de sangre, ayudas técnicas para personas que necesitan silla de ruedas, a costos simbólicos porque la intención primaria es dar servicio.
Pero además, esta benemérita Institución prepara a la comunidad para minimizar el riesgo en desastres mediante equipos evaluadores, envía brigadas de ayuda humanitaria, emergencias a través de los centros de comunicación y con voluntarios capacitados en socorrismo, rescate acuático, vehicular, alta montaña y más tipos de desastres. Por si fuera poco, en todas las provincias, la Cruz Roja Juvenil opera con servicios de ambulancia, socorro, rescate, tránsito, campamentos, primeros auxilios; enfrenta retos y ayuda a las personas vulnerables; es leal a su vocación de servicio social con optimismo y responsabilidad.