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La Revolución del 28 de Mayo 

Hoy se cumple un año más de la memorable jornada histórica cuando el régimen despótico y represivo de Carlos Arroyo del Río desembocó en la revolución del 28 de Mayo de 1944 más conocida como La Gloriosa, fecha en la que el pueblo humilde de Guayaquil, junto a militares del Batallón Villamil, se enfrentaron a los carabineros del régimen arroyista en las calles del Puerto Principal. Los gestores, rojos (comunistas, socialistas) y azules (conservadores, liberales disidentes), se entremezclaron, se unieron más allá de sus convicciones político- partidistas, para llevar adelante el proceso. En la Perla del Pacífico, personajes que se perfilaban como protagonistas de las letras, la cultura y la política, como Pedro Saad, Ángel Felicísimo Rojas, Pedro Jorge Vera, Francisco Arizaga Luque y otros; en Quito, Camilo Ponce Enríquez, Manuel Agustín Aguirre, Manuel Elicio Flor, Mariano Suárez Veintimilla, Julio Teodoro Salem. Mención aparte merece Nela Martínez Espinoza quien lideró la toma del Palacio de presidencial y “estuvo a cargo del gobierno ecuatoriano durante dos días, siendo la primera mujer en dirigir el Ecuador, aunque informalmente y sin contar con un nombramiento oficial. Posteriormente sería nombrada como la primera diputada en la historia de la Asamblea Nacional del Ecuador, hasta ese momento solamente integrada por varones”. “La Gloriosa” no fue tan gloriosa por el giro posterior que lideró Velasco Ibarra a quien, finalmente,  se le había entregado el poder; sin embargo, merece señalarse el despunte de la organización popular y su  participación política, así como el avance social concretado en la creación de instituciones culturales como la Casa de la Cultura Ecuatoriana, mentalizada por Manuel Benjamín Carrión y políticas como el Tribunal Supremo Electoral, la  Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y otras. “Qué tiempos aquellos”, diría alguien, cuando las fuerzas políticas antagónicas, más allá de sus legítimas diferencias, las deponían en función de los grandes intereses de la Patria. 

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