CIUDAD
El 2025 inició con señales alentadoras para el comercio en Riobamba. Los mercados de la ciudad, tradicional punto de encuentro entre comerciantes y consumidores, han tenido un comienzo de año prometedor.
Entre ellos, el mercado La Condamine muestra un notable dinamismo, particularmente en su patio gastronómico, donde la riqueza culinaria y la tradición han atraído a cientos de clientes. Este espacio, reconocido por su oferta de platos típicos, ha registrado una masiva afluencia de comensales durante los primeros días del año.
Carmita Ramos, conocida por su excepcional hornado, es uno de los rostros más representativos de este mercado. A sus 85 años y con más de siete décadas dedicadas a este oficio, asegura que el inicio de este año ha superado las expectativas. “En los últimos años, los arranques de enero eran lentos. Sin embargo, ahora he notado más movimiento. Hay más gente y las ventas han mejorado bastante”, comenta con una sonrisa mientras atiende a sus clientes. Para Carmita, este arranque positivo muestra el interés de los riobambeños por disfrutar de la gastronomía tradicional, siendo un indicio de que la economía local comienza a repuntar.
El movimiento en los mercados de Riobamba, como La Condamine, es un indicador del estado de la economía en la región. La afluencia de clientes, combinada con la diversidad de productos ofrecidos, genera un círculo virtuoso que beneficia tanto a comerciantes como a consumidores. La situación actual también resalta el valor de los mercados tradicionales como centros económicos y culturales. Además de ser lugares de comercio, representan la identidad de Riobamba, ofreciendo productos frescos, elaboraciones artesanales y la calidez de quienes atienden con amabilidad.
El buen inicio del año para los mercados aporta optimismo a la ciudad. Si bien las cifras macroeconómicas aún están por consolidarse, el dinamismo observado en estos espacios es un reflejo positivo.
Los comerciantes esperan que esta tendencia continúe en los próximos meses, especialmente con eventos y ferias que podrían atraer más visitantes a la capital de Chimborazo. Mientras tanto, historias como la de Carmita, siguen siendo un recordatorio de la resiliencia y fortaleza de quienes día a día construyen la economía local.