En 1993, la Asamblea General de la Naciones Unidas proclamó el 3 Mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa para “fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”. La comunidad internacional ha considerado que la libertad de expresión y la libertad de información son de los más importantes derechos humanos, esenciales para que otros derechos humanos puedan ser realizados.
En el tema comunicacional, a nivel planetario, muchos miles de hombres y mujeres se involucran, sea como profesionales en los medios televisivos, radiales, de audio, video e impresos, sea como empresarios, creadores, articulistas y otras formas de desarrollar esta tarea de importantes repercusiones en la sociedad.
En nuestro país, los medios de comunicación social están regulados por la Ley Orgánica de Comunicación, vigente desde enero de 2014. Esta Ley instituye herramientas jurídicas para facilitar la creación y el fortalecimiento de medios de comunicación públicos, privados y comunitarios. Esta misma Ley establece normas deontológicas mínimas para difundir información y opiniones, así como principios y derechos para el ejercicio profesional. Por su parte, la Constitución garantiza el derecho a una comunicación libre, intercultural, incluyente, diversa y participativa, así como a “buscar, recibir, intercambiar, producir, difundir información veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural, sin censura previa acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad ulterior”
En este día, se rinde homenaje a los periodistas que, en la cotidianidad de su trabajo, ponen en peligro sus vidas para informar sobre los conflictos armados, la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico, los desastres naturales y otras tantas situaciones comunicacionales riesgosas y conflictivas. Tal el caso del equipo periodístico del El Comercio, caído en la frontera norte por acción de manos asesinas del narcoterrorismo.