Este atractivo natural y arqueológico ubicado en la comunidad Santa Rosa, de Chunchi, se ha convertido en uno de los sitios más concurridos del cantón. Los magníficos atardeceres y la flora del sector hacen de la elevación montañosa un lugar preferido por los campistas y familias que buscan un momento de conexión con la naturaleza y un escape a la rutina diaria. Sin embargo, el alto índice de visitantes y la ausencia de controles al ingreso del sendero principal que conduce a la cumbre ha provocado la destrucción del hábitat e incendios.
Este ícono arqueológico de la región y del cantón fue declarado “Patrimonio Turístico Espiritual de los Pueblos y Naciones del Ecuador” en el 2008. Desde el 2018, el cerro Puñay presenta daños al ecosistema que cada vez son más visibles en el entorno; en este mismo año, más de 20 hectáreas de pajonal se consumieron producto de un incendio forestal de gran magnitud. Sofocar las llamas implicó la movilización de rescatistas de los Cuerpos de Bomberos de Chunchi, Alausí y Riobamba. Además de un helicóptero del Ejército con el sistema Bambi Bucket para apagar el fuego desde el aire.
La fauna y flora fue la principal afectada producto de este incendio. Al impacto ambiental se le suma la basura por la gran cantidad de desperdicios que arrojan los turistas que acuden el lugar y que, de a poco, empiezan a mezclarse con la vegetación. El problema persiste pese a las continuas jornadas de limpieza y mingas organizadas por los pobladores de la parroquia y el Municipio de Chunchi.
Las acciones buscan frenar el impacto ambiental que ocasionan los viajeros de diferentes sectores del país. “Es positivo que haya más visitantes en las áreas naturales de la provincia, pero esto debe ir de la mano de operativos y cuidados” indicó Jorge Gallegos, guía turístico de Riobamba.
El expedicionario comentó que durante el último fin de semana, debido a la gran cantidad de desperdicios en la cima, motivados por el respeto y cuidado a la naturaleza, contribuyeron en la limpieza bajando algunos sacos de basura. Las autoridades del Municipio, el Ministerio de Turismo, Ambiente, Prefectura y pobladores de la comunidad, buscan adoptar estrategias para controlar la afluencia de turistas que, por las restricciones propias de la pandemia del Covid-19, buscan espacios al aire libre lejos de las aglomeraciones que implica la ciudad. (12)
