El fatídico 2008

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VICENTE ALBORNOZ GUARDERAS

El 2008 fue un año terrible para la economía ecuatoriana, porque ahí se pusieron las semillas de muchos de los grandes males que nos agobian en la actualidad: el gobierno desfinanciado, el país caro, la economía dependiente del precio del petróleo, la inmensa deuda pública y el alto riesgo país. Porque para el 2008, el gobierno de Correa ya
había aprendido cómo aumentar el gasto y, dado que tuvo un ingreso petrolero astronómico, lo disparó a niveles nunca antes vistos.

Entre el año 2006 y el 2008, el gasto público (ajustado por inflación), creció
en 91%… Por cierto, ese aumento del gasto se financió por el espectacular precio del petróleo y su buena producción. Entre fines de 1998 y mediados de 2008, el precio del barril se multiplicó por 17 y en ese mismo período la producción de petróleo creció en 40%, de manera que el gobierno tenía en el 2008 un 40% más de petróleo que valía 17 veces más.

El primer evento que destrozaría la economía fue ese disparo del gasto que también disparó la demanda interna y nos volvimos el paraíso del consumismo: había plata para gastarse, sin necesidad de producir más. Así arrancó la locura de construir almacenes llenos de productos importados que eran la única opción para cubrir esa enorme demanda interna. Entre el 2006 y el 2008, las importaciones crecieron en 55% y las de consumo crecieron aún más. Y tanto aumento de la demanda (impulsada por el disparo del gasto), también se reflejó en la inflación.

En el 2008 tuvimos nuestra más alta inflación en dólares (9% a diciembre de ese año). Por su parte, los Estados Unidos cerraron el
2008 con una inflación de 0.1% y es ahí donde se siembra esto de tener un país caro, carísimo. Y la causa fue el disparo del gasto que disparó la demanda y eso disparó los precios. Y nosotros nos disparamos en el pie.

El nivel de gasto y su rápido crecimiento arrancan, justamente, en ese fatídico
año 2008, porque una vez subido el gasto, es muy complejo bajarlo y es
por eso que todos los años posteriores, el sector público ha tenido un déficit. Todos los años, desde el 2009 al 2019, ha habido un déficit fiscal, herencia de la fiebre derrochadora nacida en el 2008.

Pero para completar el cuadro siniestro, hay que recordar que en ese mismísimo año, el Ecuador dejó de pagar su deuda pública unilateralmente. Dijimos que la deuda era ilegal e ilegítima y dejamos de pagar algunos bonos, a pesar de tener recursos para hacerlo. Y desde ahí, el riesgo país es altísimo y eso tiene muchos efectos colaterales dañinos. El 2008 fue el inicio de una farra que terminó en 2014 pero que todavía no acabamos de pagar.

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